AMLO, y su reconciliación con Salinas de Gortari

Por Enrique Gasga

El multi aspirante a la presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, ex priista y férreo crítico de los pésimos resultados de los gobiernos de ese partido, con mayor énfasis contra el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y el actual presidente Enrique Peña Nieto, lo que le ha dado una creciente popularidad rumbo a las próximas elecciones presidenciales por el evidente enojo de los mexicanos por la situación de inseguridad que se vive, y ante la incapacidad y corrupción del gobierno del PRI y sus aliados a quienes ha llamado “la mafia del poder”; parece haber perdido la memoria, y ha dejado ver una clara reconciliación con esa “mafia” a la que tanto ha criticado.

En primer lugar basta ver la clase política que poco a poco se ha ido sumando a López Obrador en que muchos de los miembros de esa clase política son personajes claramente identificados con el ex mandatario Salinas De Gortari como son: Elba Esther Gordillo, Esteban Moctezuma, Ricardo Monreal, Alfonso Romo y Manuel Bartlet; sí… este último quien fue señalado de hacer el trabajo sucio al frente del Instituto Electoral para que Carlos Salinas pudiera llegar a la presidencia de la República en medio de un presunto fraude a gran escala.

Y ahí está Elba Esther Gordillo que llegó a dirigir el SNTE durante la presidencia y cobijo político de Carlos Salinas; y que el propio AMLO declararía en algún momento que Carlos Salinas, Elba Esther Gordillo y Vicente Fox “todos son de la mafia del poder”, pero ahora la memoria lo traiciona, y últimamente ha suavizado el discurso contra la ex lideresa sindical, siendo “casualmente”, que parte del equipo de la maestra está apoyando abiertamente a MORENA.

Resulta en extremo contradictorio que López Obrador se cobije con el salinismo que tanto ha criticado; pero eso es un indicador de la personalidad real que tiene.

El colmo, y tal vez la peor traición de López Obrador a la gente que ha confiado en su discurso de supuesta oposición contra “la mafia del poder”; contra los gobernantes que han permitido tanta injusticia, pobreza, inseguridad  y presencia de la delincuencia organizada en el país; es que hoy proponga perdonarlos, y lo cual se dio recientemente en medio de un cinismo desesperante como se pudo conocer a través de los medios de comunicación.

Como pudimos conocer, López Obrador se dijo dispuesto a “perdonar” y a fumar ‘la pipa de la paz’ con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, así como con empresarios a quienes ha acusado de pertenecer a “la mafia del poder”.

Recientemente, en entrevista con el medio “Tabasco Hoy”, el líder de Morena dijo que su fuerte no es la venganza, por lo que buscaría reconciliarse con sus adversarios políticos.

“Lo que importa es sacar adelante a México, eso es lo más importante, y pensar hacia adelante”, respondió el precandidato de la alianza Juntos haremos historia, en respuesta a la pregunta de si para unir al país y gobernar en armonía, estaría dispuesto a perdonar y fumar la pipa de la paz con Carlos Salinas y Enrique Peña entre otros políticos incluyendo a algunos empresarios de esa denominada “mafia del poder”.

Y si eso no se llama traición a millones de mexicanos que han creído en él; pues no sabría entonces cómo llamarlo.

Pero el asunto no queda en dejarle a los políticos que han saqueado al país su botín conseguido con el uso indebido de recursos públicos multimillonarios, ni dejarlos que simplemente anden libres continuando con el mismo sistema de impunidad que ha dañado enormemente al país.

El asunto lamentablemente va mucho más lejos; y eso lo pudimos conocer cuando Andrés Manuel declaró sin ningún aspaviento, que analiza la posibilidad –si llega a la presidencia de la República-, de otorgar amnistía a líderes de cárteles de droga sin descartar otorgarles el perdón.

Andrés Manuel, o peca de inocente -que no lo creo-, o busca algo parecido a la política implementada por Felipe Calderón que mientras dejó a unos cárteles seguir operando sin mayores problemas, inició una guerra estéril contra otros con los que quizá no pudo negociar; lo cual generó que detonara la violencia prácticamente en todo el país al fragmentarse los cárteles atacados por el gobierno para luego dar paso a la existencia de nuevos cárteles y fuertes grupos delictivos, violencia que se ha seguido multiplicando.

Si lo anterior le pasó a Felipe Calderón por negociar con criminales qué puede esperar López Obrador; acaso pensará que los líderes de los cárteles se conformarán con que les otorguen el perdón, y con eso dejarían de delinquir, eso es absurdo.

El modo de vida de los criminales es vivir delinquiendo, pasando sobre las leyes, asesinando gente, robando, ostentando el poder con grandes arsenales de armas de alto calibre, y resultado de lo cual a través del tráfico de drogas, pero también en muchos casos del secuestro, la extorsión y hoy en día el huachicol han obtenido poder económico y político que es lo que buscan.

La pregunta es: ¿Cómo piensa Andrés Manuel seguirles dando esas millonarias ganancias y privilegios a los cientos de miles de criminales en México a cambio de paz?

No veo de momento otra forma más que dejarles seguir operando, siempre y cuando eviten las guerras por las plazas y los crímenes contra los civiles lo cual sería algo inaudito; ya que lo que buscan los criminales es cada vez más poder, y es prácticamente imposible que negocien algo legítimo con el gobierno, pues su naturaleza es transgredir la ley, entonces tal negociación iría contra su propia naturaleza y sus ganancias.

El hecho es que todos los miembros de “la mafia del poder”, tendrían el perdón, no pisarían la cárcel, y eso se llama impunidad; pero es la política que propone López Obrador.

Eso sin contar que ya dentro de su equipo en MORENA se encuentran no sólo salinistas; sino muchos personajes políticos oscuros que con tal de seguir ostentando puestos en la administración pública se han sumado a López Obrador quien sin mayor problema les ha abierto la puerta.

Es así que en México de ganar AMLO la presidencia de la República, viviríamos en paz conviviendo con miles de criminales, todos gobernados por el priismo más inmoral y caduco.

Sin embargo, aún falta la parte más difícil para los candidatos a la presidencia de la República de aquí a las elecciones, que es aumentar la preferencia de los electores; pero parece que López Obrador ya llegó a su punto más alto, y lograr mantenerse es aún más difícil que crecer, ya que de no lograr conquistar más conciencias del electorado, lo más seguro es que en breve inicie su caída; y el sueño de ser presidente se vaya desvaneciendo poco a poco.

Por lo pronto, a los millones de mexicanos que estamos a merced de lo que pase en las elecciones, y de lo que decida la clase política que gane; sólo nos queda continuar viviendo está realidad terrible que parece no tener fin.