Por Fernando Martínez
Adrián Vázquez Sánchez
Gobernador Constitucional del Estado de Tlaxcala (del 15 de enero de 1929 al 5 de enero de 1933)
En 1933, tras desconocer el triunfo electoral de adolfo bonilla, el gobernador vázquez sánchez renuncia. Se declara la desaparición de los Poderes del Estado y sobrevienen varios Gobernadores interinos
“Adrián Vázquez Sánchez asciende a la gubernatura gracias al apoyo del Partido Socialista de Tlaxcala. Gobierna del 15 de enero de 1929 al 5 de enero de 1933. O sea que su mandato coincide en gran parte con el llamado maximato callista. Durante estos años, los presidentes de la República no se distinguieron precisamente por su vocación transformadora de la estructura económica y social. Más bien trataron de implantar medidas de política económica tendientes a capear de la mejor manera los efectos de la crisis mundial. Lo que es pertinente destacar, es que apenas Adrián Vázquez Sánchez asciende a la gubernatura, lo hereda en la dirección formal del Partido Socialista de Tlaxcala Ignacio Mendoza, lo que significaba un simple enroque. Por lo demás, el nuevo gobernador nada original hace en lo que se refiere al impulso revolucionario en el campo y en la ciudad. Más bien dejó que el curso de los acontecimientos siguiera su propia dinámica. Pero habría un rasgo distintivo, y es que entre las páginas de la publicación periodística del partido, ‘El Socialista’, se acentúa una fraseología un tanto radical de índole marxista. José María Camacho, uno de los principales ideólogos del partido, habló sin tapujos de que hasta nuestros días, sigue habiendo latifundios, siguen los proletarios del campo suspirando por su redención. Curiosamente esta expresión no sirve de acicate al gobernador socialista ni lo decide a consumar la tan anhelada redención del campesinado. En otra parte del mismo periódico se expresa la necesidad de suprimir al capitalista en los siguientes términos: «No más parásitos que obtienen provechos usurarios, que nadie se coloque entre el trabajador que crea todas las riquezas y los elementos materiales necesarios para esa creación. Desaparezca, pues, el capitalista, ya que es, no solamente inútil, sino nocivo. Que se restituya el capital al trabajador, a aquel que, haciendo producir utilidad a la materia, adquiere sobre ella el único derecho legítimo. He aquí por que los socialistas quieren realizar la socialización de los medios de producción. Pero la verdad de las cosas es que a los gobernadores socialistas de ninguna manera les interesaba llegar al extremo de liquidar a los capitalistas y, por consiguiente, abolir la propiedad privada de los medios de producción”, se destaca en el libro: ‘El socialismo en Tlaxcala, 1926-1933’. Mario Ramírez Rancaño.
“Al concluir su periodo Ignacio Mendoza en 1929, es electo como Gobernador Adrián Vázquez Sánchez, sobrino de Ignacio Mendoza. El Partido Socialista de Tlaxcala, de reciente fundación, lo lleva a la gubernatura. Intenta elevar los impuestos, pero un movimiento de oposición se lo impide… Éste Gobernador expidió el Decreto No. 121 de fecha 10 de mayo de 1932, por el cual la Ciudad de Tlaxcala se denominó Tlaxcala de Xicohténcat1. Como consecuencia de este Decreto, se encargó al escultor Lorenzo Alvarado hacer la estatua de tan distinguido personaje para instalarla en la plaza de la constitución… Pese a que estos tres últimos Gobernadores no fueron connotados ‘agraristas’, la propia inercia del proceso de reforma agraria los llevó a repartir entre 1921 y 1933, una 53 870 hectáreas beneficiando a 20 900 campesinos, casi la mitad de la población económicamente activa ocupada en el campo. Apango, Mendoza y Vázquez no estaban convencidos del reparto ‘agrario’, porque observaron que los ingresos fiscales eran insuficientes para atender a una población que en 1940 llegaba a los 224 063 habitantes y quienes demandaban más y mejores servicios de educación, salud, transportes, agua potable y alcantarillado… Las discrepancias entre Plutarco Elías Calles y el Presidente Pascual Ortíz Rubio, en torno al sucesor de Vázquez, propiciaron tensiones que debilitaron al grupo de Mendoza, siendo desplazados por un antiguo ‘arenista’, Adolfo Bonilla, quien contendió con las siglas del ‘Partido Reconstructor Antirreleccionista’, derrotando al candidato ‘mendocista’, mismo que fue postulado por el Partido Socialista”, se describe en la Enciclopedia de los Municipios de México/Tlaxcala.
Cuando Adrián Vázquez Sánchez gobernó Tlaxcala de 1929 a 1933, Ramírez Rancaño sostiene que “los aires agraristas estaban a la vuelta de la esquina, pero el susodicho gobernador, se mantuvo al margen de las disputas por el reparto agrario y aunque poco se sabe del tráfico de influencias en su mandato para adquirir tierras, en junio de 1964, el Presidente de la República Adolfo López Mateos le otorga el certificado de inafectabilidad de la hacienda de Concepción Tzacantzonetla, ubicada en el municipio de Xaltocan. Aunque Adrián Vázquez se mantiene fuera de los círculos de poder político no obstante, su hijo Héctor Vázquez Paredes se mantenía en constante ascenso en el poder como Diputado Federal postulado por el PRI en el año de 1967-1970, y que luego repite en los años de 1973-1976.
Con la investidura de Diputado logra alianzas políticas con otros Diputados para impedir la expropiación de las tierras de su padre, e inclusive para adquirir otra hacienda denominada San Diego Baquedano. Observamos nuevamente en este caso cómo Adrián Vázquez Sánchez intenta acercarse al grupo oligárquico del poder que conformaban ciertas familias tlaxcaltecas como los Bretón,los de Haro, los González ylos Sánchez, haciéndose de amigos cercanos a los Bretón y adoptando la identidad de la oligarquía a través de las charrerías y el gusto por la fiesta brava”.
En 1933, tras desconocer el triunfo electoral de Adolfo Bonilla, el Gobernador Vázquez Sánchez renuncia. Se declara la desaparición de los poderes del Estado y sobrevienen varios gobernadores interinos.
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En el artículo‘Alma tlaxcalteca’ publicado en periódico ‘La Jornada de Oriente’, en la sección: Editorial, de fecha 26 de mayo de 2008 se describe: «¿Sabían que Adrián Vázquez llegó a la gubernatura del Estado como candidato del Partido Socialista en la segunda década de los años 20’sy qué un director de cine también nacido en Tlaxcala (Ángel E. Álvarez) fue contratado para filmar la semana nacionalista, dice el Tránsito a unos primos que están más entretenidos en ver Iron Man.
Margarito Pérez de Zacatelco se burla del primo señalando que eso lo leyó de la revista Espiral de la Universidad de Guadalajara y se soba sobre los ojos la parte donde se anota que: ‘un documental de 48 minutos en la vecina Ciudad de Tlaxcala, siendo Gobernador del Estado AdriánVázquez,quien financió la película.’ ¿Pueden imaginarse a los socialistas que fueron dueños de haciendas, o que siendo gobernadores se hicieron de sus haciendas? ¡Las épocas se repiten, unas veces como drama y otras como comedia!, dice amargamente el Jicoténcal.
‘Los negativos originales de nitrato [de Alma Tlaxcalteca] fueron entregados a la cinemateca Luis Buñuel por el [hijo] del mencionado Gobernador, quien fungíacomo Secretario del Gobierno de Tlaxcala a finales de la década de los setenta.
En el primer bloque van apareciendo uno a uno los ‘retratos’ fílmicos de Pascual Ortiz Rubio,AdriánVázquez Sánchez (Gobernador del Estado y revolucionario honesto), Fernando Carvajal, vicepresidente del Partido Socialista de Tlaxcala (PSDT) y Ángel Valdés, Secretario General de Gobierno y ‘leal colaborador del Gobernador [. . .] ‘ … «, hasta aquí el artículo ‘Alma tlaxcalteca’.
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En un artículo denominado ‘Novillos de Zotoluca en lugar de los de El Vergel para la séptima novillada en Arroyo’, escrito en septiembre 2008, por Alejandro Escárcegase describe: «Sobre la ganadería de Zotoluca, propiedad de Alicia Vázquez Paredes,fundada en 1908 por Aurelio Carvajal González,en la hacienda de Santiago Zotoluca, con ganado de la antigua dehesa de Tepeyahualco, ubicada en el rancho Axopilco en el municipio de Xalostoc, VíctorVázquez Paredes, hermano de la actual propietaria de Zotoluca, informó sobre el Centenario que este año cumple la ganadería: ‘Se van a cumplir 100 años de haber obtenido el cartel, esto aconteció en una época en que la ganadería mexicana estaba sustentada básicamente en las ganaderías tlaxcaltecas: Piedras Negras, Coaxamalucan y Zotoluca, que eran las dehesas que más ganado aportaban. El 60% de los toros que se lidiaban en aquellos años eran de Tlaxcala, además, todos los propietarios de esas fincas eran familiares; Aurelio Carvajal,era primo de los González de Piedras Negras y se apoyaban mutuamente. -Como es sabido los señores González de Piedras Negras importaron un lote muy importante de ganado español del Marqués de Saltillo yeso fue lo que permitió ese gran auge del campo bravo tlaxcalteca-. Aurelio Carvajal que era el propietario de Zotoluca, no tuvo hijos, entonces heredó a sus sobrinos nietos, que eran hijos de Rubén Carvajal, los jóvenes herederos comenzaron a querer ser toreros y practicaban con toros de las corridas, por ello, la ganadería, vino un poco a menos’.
‘En 1968, la vendieron a mi padre AdriánVázquez Sánchez y, él, cosechó todavía el trabajo de don Aurelio,de tal forma que obtuvo el trofeo como la mejor corrida de la temporada del año 1969 de la plaza México. ‘Mi padre era muy apasionado por presentar bien su ganado, incluso le hacíamos burla en plan de broma que daba de comer mejor a sus toros que a sus hijos. Tuvo ese mérito de criar bien a sus toros, presentó corridas interesantes, muy bien presentadas y logró triunfos importantes. La última vez que Zotoluca estuvo en una corrida en la capital mexicana fue en un cartel de toreros tlaxcaltecas en 1983′.
Adrián Vázquez Sánchez falleció el 24 de agosto de 1985 y dejó la ganadería en manos de Alicia,la actual propietaria «, hasta aquí mencionado artículo.
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«El sindicalista Marcos Hernández Xolocotzi figuró como candidato a la gubernatura del Estado, en la controvertida sucesión de Adrián Vázquez,en la que después de muchas peripecias llegó como Gobernador el General Adolfo Bonilla.Mientras que en numerosos Estados de la República fue muy frecuente la desaparición de poderes locales entre 1920 y 1934, los tres Gobernadores ‘mendocistas’ de Tlaxcala se mantuvieron en el poder, a pesar de los frecuentes intentos de sus enemigos tlaxcaltecas, poblanos y federales por removerlos. ¿Cómo pudo un grupo de extracción civil, sin fuerzas armadas notables y con una base popular limitada, gobernar por 12 años? Afianzándose en sus relaciones con los Presidentes Obregón y Calles. Dichas relaciones no se sustentaban sobre una base popular o militar del grupo tlaxcalteca -al estilo de Saturnino Cedillo en San Luis Potosí o de Manuel P. Montes en Puebla-, sino en la dependencia del poder central. El apoyo federal, crucial para ApangoyMendoza,aseguraba la lealtad de ambos, aunque sacrificaba la antigua tradición autonomista de Tlaxcala… Los dos aprovecharon que su Estado se ubicaba en el umbral de Puebla, en el momento en que se consideraba a ésta como una Entidad indisciplinada, causa de constantes jaquecas al Gobierno Federal y cuyas autoridades tropezaban de una crisis a otra. Tlaxcala, entonces, resultaba útil al Gobierno Federal, pues funcionaba como una especie de ‘cordón sanitario’. Además, la lealtad de Tlaxcala al poder central permitió mantener un relativo equilibrio entre los intereses regionalistas (los de los caciques de la Sierra Norte de Puebla y de Tehuacán), los líderes agraristas y laborales de la cuenca del Atoyac y los poderosos intereses empresariales de la Ciudad de Puebla. También pudo ser importante para la sobrevivencia política de estos gobernadores tlaxcaltecas, el hecho de que sus periodos de Gobierno coincidieran con los presidenciales; igualmente lo fueron (1923-1924 y 1927-1928) tanto las campañas de movilización política y las electorales como los esfuerzos de los nuevos mandatarios por consolidar su poder.
En 1925, Plutarco Elías Calles parece haber tenido buenas razones para respaldar a Mendoza frente a lo que parecía una insurrección popular. Los partidos nacionales ‘Agrarista’ y ‘Laboral’ agitaban en contra del ‘tiranuelo’ Mendoza y apoyaban desde Puebla a los agraristas y laboristas tlaxcaltecas del sur y centro de la Entidad. El estallido de la rebelión ‘huertista’ en 1923 robusteció el poder de dichos partidos, que junto con la CROM cerraron filas con la oposición tlaxcalteca para derrotar a los ‘mendocistas’ y a su partido oficial, que, se decía, ‘marchaba con el clero y los terratenientes’… En las elecciones para Gobernador y Diputados de 1924, Mendoza tuvo que enfrentarse con una alianza de partidos revolucionarios que agrupaba al Partido Agrarista y Laboral Tlaxcalteca, al partido ex ‘arenista’ (el PLT), a la federación local de la CROM y a la liga de comunidades agrarias. Ésta alianza estaba respaldada por los partidos nacionales dominantes y por grupos radicales de obreros y agraristas de Puebla. Incluso, el jefe de la zona militar respectiva, el General ex ‘zapatista’ Genovevo de la 0, no ocultaba sus simpatías por esa movilización… Después de una campaña violenta por parte de ambos bandos, la mayoría ‘pelecista’ en la Legislatura Estatal reconoció la victoria de Mendoza.Pero los de la alianza se alzaron en protesta, y el Gobernador Electo tuvo que pedir apoyo al Presidente Calles argumentando que su Gobierno ‘carecía del respeto que por la ley se le debe’. A Calles,quien apenas llevaba un mes en la Presidencia, le convenía un Gobierno estable en Tlaxcala…Apango, pero especialmente Mendoza y Vázquez, fueron hasta cierto grado precursores de las políticas sonorenses que, sobre todo con Calles,pretendían implantar gobiernos estatales más dependientes del centro, reconstruir la economía siguiendo líneas capitalistas y reestructurar la sociedad en forma limitada. Apango consideraba el radicalismo agrario como ‘una perpetua lucha en contra de las autoridades’ y como un lastre para la recuperación económica del Estado. ‘Apango no ha hecho gran cosa en lo referente a la división de la tierra’ -afirmaba el periódico Excélsior de aquella época-, y esto se debe a que los agraristas frenéticos no toman en cuenta que, como Tlaxcala es puramente agrícola, sería imprudente cortar la única fuente de ingresos que tiene. Por ello, su sucesor, el Gobernador Mendoza,no quiso estimular el ‘agrarismo’ en el norte del Estado. De ahí venía buena parte de los ingresos para su Gobierno», se describe en la Enciclopedia de los Municipios de México/Tlaxcala.
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Adrián Vázquez Sánchez deja el poder en manos de Moisés Rosalía García. “Adrián Vázquez Sánchez se había encargado de preparar el rito electoral del 11dediciembrede 1932 para encontrar a su sucesor en la gubernatura. Lógicamente, sus miras eran las de que el Partido Socialista de Tlaxcala mantuviera su hegemonía en la entidad. El gobernador socialista patrocinó la candidatura del senador Moisés Huerta, candidato abanderado del Partido Socialista de Tlaxcala, adherido al Partido Nacional Revolucionario. Pero también figuraba el general Adolfo Bonilla, postulado por el Partido Reconstructor Antirreleccionista, igualmente adherido al PNR. La campaña electoral transcurre dentro de ciertos márgenes de hostilidad. En octubre de 1932, los dirigentes del Partido ReconstructorAntirreleccionista denuncian que el gobernador se inclinaba abiertamente por su correligionario Moisés Huerta; que con cargo al erario se imprimían volantes y que los burócratas eran obligados a manifestarse por dicho candidato. El diputado federal socialista, Moisés Rosalio García, también haría algo de su parte para echar más leña a la hoguera y al general Bonilla. Casi a mediados de diciembre de 1932 se presenta ante la Cámara de Diputados quejándose de que un destacamento militar de Tlaxcala lo había detenido pese a tener fuero constitucional. No obstante, las elecciones se llevan a cabo tal corno estaba previsto. El 23 de diciembre, el congreso local expide el decreto número 160, jamás publicado por cierto, en el cual se expresaba que el ganador era el general Adolfo Bonilla, quien debía dirigir los destinos de la entidad durante el periodo del 15 de enero de I933 hasta el 14 de enero de 1937, lo que significaba el fin del predominio del Partido Socialista de Tlaxcala. Para los dirigentes del socialismo, el resultado representaba una catástrofe. Y como no estaban dispuestos averse desplazados del poder político en la entidad, urdieron una maniobra original. Al día siguiente, o sea el 24 de diciembre de 1932, el gobernador Adrián Vázquez Sánchez sacó a colación otro decreto también número 160, el cual simple y sencillamente declaraba nulas las elecciones para gobernador, no obstante que ya se había celebrado y dictaminado, las justificaciones abundan. Que el general Bonilla no reunía los requisitos constitucionales de vecindad en la entidad, que no se habían instalado las dos terceras partes de las casillas requeridas para el acto electoral, que había mediado violencia armada, la cual alteró el resultado de las elecciones. Para terminar de consumar su obra, Adrián Vázquez Sánchez agregó que era necesario nombrar un gobernador provisional que se hiciera cargo del Poder Ejecutivo a partir del 15 de enero de 1933. Y el elegido era nada menos que otro miembro del Partido Socialista de Tlaxcala, Moisés Rosalia García”, se destaca en el libro: ‘El socialismo en Tlaxcala, 1926-1933’. Mario Ramírez Rancaño.