Unificación entre los seres vivos: el arma de una evolución

Por Jonathan Ledezma

Al entrar a la sala de cine, niños, adolescentes, adultos y familias, emocionados por ver a un Pokemón proyectado con ambiente live action, curiosos al observar –con un toque de melancolía los grandes–, como la película producida por Warner Bros, lleva a la pantalla grande la adaptación de la franquicia Pokémon creada por Satoshi Tajiri y el videojuego de Detective Pikachu (2016).

El 10 de mayo del 2019 en el estado de Tlaxcala, los cines de cadenas comerciales llevaron a sus salas la animación: Pokemón: Detective Pikachu, basada en el videojuego de aventuras desarrollado por Creatures Inc. publicado por The Pokémon Company y distribuido por Nintendo –el juego es un spin-off de la franquicia Pokémon, en el que los jugadores trabajan con un Pikachu parlante para resolver misterios–.

El film dirigido por Rob Letterman (especialista en animación con trabajos previos como: El Espanta Tiburones o Monsters vs. Aliens), es desarrollado en un ambiente utópico, teniendo una regularidad al ver pokemones todos los días y todo el tiempo, estableciendo que cada persona debe contar con un compañero pokemón. Tim (Justice Elio Smith), es un adolescente lleno de nostalgia al recordar que de pequeño soñaba con ser maestro Pokemón, sueño frustrado por el odio a las criaturas gracias a su padre, que dedicó gran parte de su trabajo a ellos, con lo que fue la mayoría de su vida de él. Tim se ve obligado a emprender una misión junto al detective Pikachu (Ryan Reynolds). Juntos trabajarán para descubrir el paradero del padre de Tim y acabar con una posible amenaza para el mundo Pokémon.

No es una película perfecta y mucho menos la mejor en el rubro, pero tiene puntos interesantes que rescatar y valga la pena verla en cines. Considero entre ellos, la magnífica fotografía en conjunto con el departamento de diseño de producción, que a la par del guión hace homenaje al género Noir (cine negro) –utilizado específicamente en historias de detectives ambientadas en la oscuridad de noche y acompañadas por secuencias de acción, incluyendo movimientos del género, como lo son los colores neón–, además se hayan características que hacen memoria al grande Alfred Hitchcock, ya que se utiliza la herramienta del MacGuffin en el desenlace de la narrativa –es el nombre que recibe un objeto o dispositivo (aunque puede ser cualquier elemento de la narración, incluida una persona) que ayuda a desarrollar la trama de una película, pero que tampoco es vital para la historia en sí, ya que no necesariamente ha de estar siempre presente en pantalla, confundiendo al espectador de supuestas hipótesis–.­

Ryan Reynolds da voz al protagonista de la historia, el cual es Pikachu. Dentro de la filmografía del actor reconocido en Hollywood, plasma una huella única de humor ácido en todas las películas que ha colaborado, en ésta no fue la excepción, pero nos muestra el gran talento y experiencia que posee, sorprendiendo dentro del rodaje. El film es considerado para un público familiar y la interpretación no quita el objetivo de la audiencia aun conservando esa particular sátira de él.

Fue inevitable –así como en el trailer– sentir ternura al ver a Pikachu en la pantalla, algo que en la sala de cine se hizo notar por la mayoría de los espectadores tlaxcaltecas –con expresiones popularizadas como: “Awwww”, incluyendo risas por momentos de comedia, palabras de emoción al visualizar imágenes alucinantes y asombrosas con criaturas extraordinarias como lo son los Pokemón adentrándote en un mundo fantástico–. Al ver dicho trabajo cinematográfico, te invito a reflexionar de una manera metafórica dentro del planeta tierra, sí, ¿hoy en día los seres que lo habitamos podremos hacer posible una armonía en pro del medio ambiente? Así, teniendo en mente lo mucho que necesitamos nosotros humanos de las demás formas de vida, y éstas; Todo lo contrario.

Contacto: jonathanlole@hotmail.com