Por Nutrióloga Lizbeth Ortega Campech
Ya pasamos la tan tradicional candelaria (día de comer tamales en México) y se podría decir que el aparato digestivo es nuestro segundo cerebro y que dé él depende nuestro bienestar.
Así que es muy importante cuidarlo con una buena alimentación, ya que todo lo que comemos es aquí donde se trasforman para hacer que las sustancias que vienen en el alimento sea más fácil de digerirse y estas puedan ser trasformadas en energía que el cuerpo necesita.
¿Pero qué puede atrofiar o hacer más lento este proceso?
El primer factor que afecta este proceso es la mala alimentación es decir consumir alimentos procesados o ultra procesados, seguidos por el consumo excesivo de café, alcohol y el estrés.
Todo lo anterior provoca una digestión pesada, reflujo gástrico, gases y otras alteraciones y que en casos graves incluso necesitan atención médica
Bueno, pero ¿Qué debemos hacer para evitar que se vea afectado este proceso?
Una de las primeras recomendaciones y creo que la más relevante es cuidar lo que comes, incrementar el consumo de verduras frescas y de temporada, ya que proporcionan vitaminas y minerales y previenen problemas digestivos.
Consumir frutas como el kiwi o la piña además de contener una gran cantidad de fibra son ricos en antioxidantes ayudan a limpiar el colón.
El consumir de manera regular el aceite de oliva contribuye a que los alimentos se trasformen en el estómago, facilitando el proceso de digestión.
Evita las carnes rojas y prefiere las carnes blancas como los son el pescado y pescados que además de contener omegas son de más fácil digestión a diferencia de otras proteínas.
Consumir probióticos ya que estos ayudan a equilibrar la microbiología intestinal, así como mejora el síndrome de intestino irritable.
Las infusiones contribuyen a aliviar la pesadez digestiva además de contribuir al proceso de digestión fomenta el consumo mínimo uno después de los alimentos este puede ser de manzanilla, canela, menta, hierbabuena etc.
De la misma manera se recomienda evitar o reducir al máximo el consumo de grasas de origen animal, carnes rojas, alimentos procesados, café, tabaco alimentos fritos capeados entre otros.
Otros factores que debes cuidar es comer despacio, evita las prisas come con tiempo y sin ningún distractor como televisor o celular.
¡Recuerda siempre! La salud es responsabilidad de cada uno de nosotros, tú la tienes en tus manos, así que manos a la obra.
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