Por Nutrióloga Lizbeth Ortega Campech
La noticia del regreso a clases presencial por un lado nos da muchísima emoción, ya que por salud mental nuestros niños necesitan regresar a sus actividades normales, ¿pero? ¿Estamos preparados para esto? La decisión es tuya, ya que en realidad se dice que será de manera voluntaria y progresiva sin embargo ya fuera del tema de sí las escuelas y los profesores están capacitados para este regreso a clases en medio de un problema de salud como el que estamos viviendo.
Aquí el verdadero tema es ¿Tus hijos están preparados nutricionalmente para enfrentar este virus?, bueno a continuación hablaremos de ¿Cómo podemos reforzar nuestro sistema inmunológico? Ya sea dentro de las aulas como en casa, ya que al principio nos preocuparon los adultos mayores porque en primera instancia son los que se veían directamente afectados y en teoría nuestros niños no se veían afectados, pero ahora con las nuevas variantes del virus COVID-19 pone no solo en jaque nuevamente a toda la población por la velocidad que se contagia si no con la letalidad de este y ahora está atacando a nuestros niños.
Por todo esto es muy importante estar preparado para cualquier eventualidad. Entrando en materia de alimentación lo más importante es el consumo diario de agua simple evitar las bebidas industrializadas y no consumir jugos no importando que estos sean de fruta natural, ya que al extraer el jugo de esta se pierden las vitaminas, minerales, fibra y en realidad lo que estarías consumiendo solo es agua con azúcar.
Consume mayor cantidad de frutas y verduras de preferencia fresca y de temporada, varía estas es decir come en colores entre más colores y verduras combines mayor cantidad de vitaminas y minerales.
Respeta las porciones, ya que muchas veces solo comemos mucho de lo que no nos gusta ejemplo de carne o frituras mucho y de verduras poco para que puedas decir que comimos una verdura tuviste que haber comido una pieza o una taza (240ml). Y no solo un cuadrito o una rodaja.
Disminuir el consumo de alimentos fritos, capeados, empanizados, embutidos y los alimentos industrializados en general.
Incrementar el consumo de Oleaginosas como son las semillas de girasol, pistaches, cacahuates, almendras.
Consumir mayor cantidad de frutos rojos, ya que estos nos brindan antioxidantes como son los arándanos, cerezas, frambuesas.
Incluye en la dieta hierbas naturales y especias como ajo, cebolla, orégano y cúrcuma.
Consume alimentos ricos en vitamina A y betacarotenos como la zanahoria, el camote, papaya.
No olvides dormir bien y realizar una actividad física no importando que no salgas a la calle o a espacios públicos si no lo importante es que no pases la mayor parte del tiempo, tirada en el sillón o sin realizar ninguna actividad.
¡Recuerda siempre! La salud, es responsabilidad de cada uno de nosotros, tú la tienes en tus manos. Así que manos a la obra.
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