Biografías del Poder

Por Fernando Martínez

Gral. Adolfo Bonilla Gómez

Gobernador Constitucional del Estado (del 1 de abril de 1933 al 23 de diciembre de 1933)

Después de ser electo como Gobernador, Adolfo Bonilla, se desaparecen los poderes constitucionales del Estado de Tlaxcala y se nombra a Mauro Ángulo.

Gobernador Constitucional (del 14 de junio de 1934 al 14 de enero de 1937)

Concibió la idea de construir en Apizaco un campo de aterrizaje

Oriundo de Tlaxco, se menciona en la obra “Narrativas orales e imaginarios políticos en Tlaxcala”, doctorado en ciencias antropológicas departamento de antropología Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, tesista: Mtro. Eleazar Ramos Lara.

A finales de 1932, dan inicio las campañas para la renovación de los poderes locales, los participantes son: Moisés Huerta, por el Partido Socialista de Tlaxcala; Adolfo Bonilla, por el Partido Revolucionario Tlaxcalteca; Moisés Coca Herrerías por el Partido Reivindicador Tlaxcalteca. Finalmente, el triunfador fue Adolfo Bonilla, quien tomó posesión el 1de abril de 1933 ya partir de esta fecha empezó a perseguir y encarcelar a varios campesinos miembros del Partido Socialista. Entre los hechos más penosos de la administración de Bonilla, encontramos los asesinatos de varios campesinos, uno de ellos fue el de Austreberto Sánchez Paredes de San Cosme Xaloztoc.

Ramírez Rancaño menciona que: «Adolfo Bonilla que gobernó en el periodo de 1933 a 1937, fue un político empecinado en alcanzar la gubernatura tlaxcalteca por dos ocasiones, llega al puesto después de tres meses electo, ya que Adrián Vázquez Sánchez se niega a entregarle la ‘Silla de Gobierno’; (vía desaparición de poderes desde el Poder Ejecutivo Federal) sin embargo, una vez acomodado en el Palacio de Gobierno inicia un ataque directo a todos sus adversarios políticos balaceando a los militantes del Partido Socialista en Tlaxcala y amenazando de muerte a algunos miembros del Congreso Local que tienen que salir del Estado para refugiarse en la Ciudad de Puebla. Usando la violencia y amedrentando a sus contrincantes políticos Adolfo Bonilla se consolida como un cacique que usa su investidura para cometer arbitrariedades y adquirir una hacienda en Nativitas, aunque no se sabe el nombre de la hacienda, su localización dentro del valle Puebla-Tlaxcala la convierten en una de las haciendas con tierras muy fértiles y altos rendimientos».

«Después de llegar al poder, Adolfo Bonilla trató de crear su propia maquinaria política con el PRAT, y de controlar al Comité Ejecutivo Estatal del PNR, pero en ninguno de ambos casos tuvo éxito, pues por lo menos en el PNR estuvo siempre dominado por sus enemigos. Trató de controlar a las organizaciones campesinas. En los primeros dos años de su Gobierno, Bonilla recibió más de cien solicitudes de tierras, es decir, entre 1933 y 1935, sin embargo, Bonilla resolvió favorablemente tres; las otras quedaron en estudio o fueron negadas. A pesar de que Bonilla había sido obligado por el Presidente Cárdenas a resolver más solicitudes agrarias, el derrumbe del sistema de haciendas, no se efectuó sino hasta la gubernatura de Candia. Adolfo Bonilla al igual que Apango en tiempos de Obregón, no sólo trataron de sacar partido a la nueva legislación y a la política ‘agrarista’ del nuevo Presidente Cárdenas, sino que intentaron monopolizar las organizaciones ‘agrarias’… En Tetlatlahuca, uno de los acontecimientos que más repercusiones encuentra en la vida de este Municipio, es el referente al asesinato de Pradexis Pérez y seis campesinos más, los que se suceden dentro del esquema de ‘limpia’ que lleva a cabo el Gobernador Adolfo Bonilla en contra de los integrantes del Partido Socialista de Tlaxcala (PST) y otros tantos más. La situación derivó del hecho de que el PST había sido contrincante de Bonilla para la designación de Gobernador en 1932″, se describe en la Enciclopedia de los Municipios de México/Tlaxcala.

En el libro ‘Hacer escuela, hacer Estado: la educación posrevolucionaria vista desde Tlaxcala’, escrito por Elsie Rockwell destaca: «en 1933 la posición de relativa independencia de los profesores federales, junto con los conflictos que ello suscito, provocaron la ira a Adolfo Bonilla. Entre las medidas que el Gobernador tomó estaban la de cerrar la escuela rural de Xocoyucan».El 23 de diciembre de 1933, pidió licencia al cargo Bonilla supliéndolo Tomás Sánchez Perea, quien solo gobernó por 6 meses.

Al término de su ‘licencia’ que había solicitado el 23 de diciembre de 1933, vuelve al poder el 14 de junio de 1934, en ese mismo año, se implanta la educación socialista, hubo turbulencia en el Estado y un segundo intento por derrocar al Gobernador Bonilla.

Mario Alberto Bojalil Bojalil, cronista municipal de Apizaco en su artículo ‘La aviación en Apizaco’ destaca: «este hecho trascendente ocurrido en nuestra ciudad que nació con las locomotoras de vapor, también quiso tener la ilusión de volar y lo logró ya que en 1934 el Gobernador del Estado, General Adolfo Bonilla concibió la idea de construir en Apizaco un campo de aterrizaje para servicio de aviones militares y comerciales, como una alternativa para Tlaxcala, en caso de emergencias o desastres. Tomando terrenos de San Miguel Atenco; empieza la construcción de esta gran obra la cual queda concluida siendo inaugurada el 16 de septiembre de 1934.»

«Los Presidentes Municipales Baltazar Maldonado y Antonio de la Loza durante el periodo 1933-1936, dedicaron esfuerzos substanciales hasta lograr la introducción y el establecimiento de una red de agua potable para la Ciudad de Apizaco, misma que en octubre de 1935 inauguró el Presidente Lázaro Cárdenas y el Gobernador, Adolfo Bonilla…Durante la administración del General Adolfo Bonilla las localidades de Ayormetitla, Chimalpa, Quilehtla y el rancho del Espíritu Santo fueron segregados del Municipio de Teolocholco, para formar el Municipio de Miguel Hidalgo con cabecera en Acuamanala», se describe en la Enciclopedia de los Municipios de México/Tlaxcala.

En el libro ‘Revuelta, rebelión y revolución’, escrito por Friedrich Katz destaca: «Unos de los casos mejor documentados, respecto a explotación de tierras, es el de los poderosos intereses de las juntas agrarias de los tres pueblos del Municipio de Hueyotlipan. Bajo el amparo del General ‘arenista’ Adolfo Bonilla y sus lugartenientes locales Felipe González y Pedro Susano, las juntas de Xipetzingo, IxcotIa y Hueyotlipan controlaron mucha miles de hectáreas… habían municipios donde los jefes ‘arenistas, como Adolfo Bonilla, repartían tierras, castigaban a sus enemigos e incluso encarcelaban a funcionarios del Gobierno constitucionalista».

«Adolfo Bonilla, hizo todo lo posible por controlar a los comités agrarios, a los comisariados ejidales y a los sindicatos campesinos del Estado. Estas intenciones lo enfrentaron con Graciano Sánchez, jefe de la confederación campesina mexicana (CCM), fundada por él un mes después de que Bonilla creó, en mayo de 1935, la confederación de campesinos y agraristas… En 1935, Adolfo Bonilla apoyaba al General Plutarco Elías Calles que deseaba regresar a la escena política pero es enviado al exilio por Lázaro Cárdenas. Adolfo Bonilla de filiación ‘callista’ perdió influencia durante el enfrentamiento entre el Presidente Lázaro Cárdenas y el ex Presidente Plutarco Elías Calles Bonilla ya no influyó en la selección del candidato que habría de sucederlo. El asunto quedó en manos del PNR local. Isidro Candía, un ex Diputado ‘bonillista’ que se había puesto de parte del bloque ‘cardenista’ en 1935, obtuvo el apoyo del PNR, fue elegido e inició su mandato en 1937… En la lucha por la sucesión de Adolfo Bonilla, Manuel Santillán tuvo un papel clave: hijo del administrador de la hacienda La Concepción, donde el padre de Isidro Candía sirvió como caballerango. Santillán fue Secretario de Comercio e Industria en el gabinete del Presidente Cárdenas y aprovechó su posición y la debilidad de Bonilla (resultado de su posición ‘callista’ en 1935) para lanzar a su protegido: Isidro Candía«, se describe en el artículo ‘El cardenismo en Tlaxcala’ de la Enciclopedia de los Municipios de México/Tlaxcala.

A su hijo Ignacio Bonilla, para 1969, cuando la Entidad era Gobernada por Cervantes, se le presentó, por vez primera, la oportunidad para él y para Minor Franco de ser Gobernador, hubo elecciones y en 1970 llegó a la gubernatura del Estado Ignacio Bonilla, quien hizo su carrera militar y de funcionario federal dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional, además de que fungió como Senador por Tlaxcala. Pero al año siguiente de haber ocupado la gubernatura, Bonilla falleció, como se verá más adelante.

En el municipio de San Juan Huatzinco, la primera escuela primaria oficial, fundada en 1933, se le llamó, ‘Adolfo Bonilla’. Éste personaje dejó el poder en manos de Isidro Candía.

«Se terminaron estos murales el 15 de febrero de 1935, siendo Gobernador del Estado de Tlaxcala, el Gral. Adolfo Bonilla, y Secretario General de Gobierno Lic. Gabriel Martínez, se refiere a los murales de la actual galería de gobernadores, como se aprecian a ambos lados, en la parte superior; estos fueron los primeros murales, oficiales, del siglo xx en la ciudad de Tlaxcala”, escribió en su cuenta de red social, el historiador Rafael García Sánchez con fecha 3 de septiembre de 2018.

“El 26 de septiembre de 1936, se inaugura el mercado Adolfo Bonilla, atrás del templo de San José (hoy plaza Juárez) para sustituir al denominado Lira y Ortega que funcionaba desde 1878 en la actual plaza Xicohténcatl, en lo que había sido el atrio bajo del convento franciscano”, se destaca en la red social  ‘Tlaxcala A través del Tiempo’, el sábado 16 de septiembre de 2020.

“De acuerdo con el investigador tlaxcalteca, Armando Díaz de la Mora, el 19 de octubre de 1935 el terreno denominado ‘Tras la Parroquia’ fue expropiado por el Ayuntamiento de Tlaxcala a la sucesión testamentaria de José de Jesús Viñas, con el Decreto sin número y a efecto de construir un moderno edificio donde los comerciantes pudieran ofertar sus productos. Fue así que nació en la capital del estado el mercado municipal “Adolfo Bonilla”, un inmueble que llevaba el nombre de quien en ese momento gobernaba la entidad.

Alrededor de 45 años operó ese mercado municipal, hasta que en 1980 fue inaugurado el inmueble “Emilio Sánchez Piedras”, durante la administración municipal de Joaquín Cisneros Fernández. El 22 de septiembre de 1980 quedó completamente demolido el viejo mercado municipal de Tlaxcala y el espacio quedó en condiciones para convertirse en lo que hoy es la Plaza Juárez”, se destaca el domingo 8 de septiembre de 2019, por la reportera Karla Muñetón en ‘El Sol de Tlaxcala’.