Nutritips Vs COVID-19

Por Argüelles-Martínez Lisbet, Cervantes Rodríguez Margarita, Díaz-Teoquiz Alejandra, Hernández-Gutiérrez Gustavo, Lara-González Susana, Méndez-Iturbide Daniel, Rivera-Madrigal María Elena, Salinas-Aguas Carlos

Facultad de Ciencias de la Salud, Licenciatura de Nutrición, Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Repasando los aspectos básicos de protección

El distanciamiento social, es un distanciamiento físico, esto significa crear y mantener un espacio entre usted y las demás personas.

Al mantener un espacio de aproximadamente 1.5 metros es probable quedar menos expuestos al virus y desacelerar su propagación a nivel local (IMSS, 2020).

La propagación ocurre cuando una persona infectada habla, tose o estornuda propagando partículas de saliva que expulsa al aire y que pueden ser inhaladas por personas cercanas; por lo cual el distanciamiento social ayuda a limitar la probabilidad de entrar en contacto con superficies contaminadas y personas infectadas fuera de la casa.

Por lo cual mientras el país pasa en un estado de colaboración mundial para frenar la propagación de la enfermedad y evitar un colapso del sistema sanitario se recomienda practicar las siguientes acciones de higiene:

  1. Lavarse las manos no solo cuando estén sucias visiblemente y que este procedimiento dure de 40 a 60 segundos (OMS, 2020).
  2. Desinfecta tus manos con una solución de alcohol, por al menos 20 segundos (Gobierno de México 2020).
  3. Para tratar de disminuir la propagación del virus, cubre boca y nariz al toser o estornudar y lávese las manos inmediatamente.
  4. También puede auto contagiarte, por lo que debes considerar tratar de tocarte lo menos posible la cara, ojos, nariz y boca.
  5. Si se siente mal, quédese en casa, comuníquese con una asistencia médica y si es necesario acuda a un experto y siga las instrucciones que se le indiquen.
  6. El uso correcto de cubre bocas inicia con el lavado de manos para colocarlo con las costuras más gruesas hacia el lado interno y sujetado con las bandas elásticas a las orejas sin olvidar cubrir boca y nariz; procure no tocarlo, ni compartirlo y si tose o estornuda utilice el antebrazo para evitar propagar las micro gotas de saliva (Gobierno de México, Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE, PEMEX, 2020).

Algunas personas tienen situaciones personales para salir de casa, sin embargo, recuerde que estas herramientas son una medida que puede fomentar de manera cotidiana la propagación de la COVID-19 y quedarse en casa es una de las mejores oportunidades que se tienen para evitar exponerse al virus y desacelerar su propagación a nivel local, nacional y mundial.

Una situación de emergencia sanitaria, es considerada cuando cientos de millones de personas ven amenazada su salud y las dependencias sanitarias encargados de proteger a la sociedad están colapsados o son demasiado débiles para soportar la crisis. La pandemia por COVID-19 es considerada de grado 2, ya que afecta de manera moderada la salud pública mundial (OMS, 2020). En México, el Consejo de Salubridad General declaró la emergencia sanitaria, el 30 de marzo a partir de los mil contagios y 20 fallecimientos relacionados al SARS-coV2. El gobierno federal tomó medidas como la suspensión de actividades no esenciales y el distanciamiento social, como parte de la cuarentena, lo que significa una restricción de actividades para separar a las personas que no están enfermas pero que pueden estar expuestas al contagio por el virus que ocasiona la enfermedad COVID‑19, con el objetivo de prevenir la propagación de la enfermedad. El simple hecho de implementar estas medidas, esta situación de emergencia se ubica como un riesgo para la seguridad alimentaria familiar y nacional.

De acuerdo a los datos presentados por la Secretaria de Salud (SESA), la Dirección General de Epidemiologia (DRE) y el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) en su informe técnico diario se han identificado grupos de riesgo con una mayor probabilidad de desarrollar síntomas severos y complicaciones relacionadas a COVID-19: Adultos mayores de 60 años, mujeres embarazadas, menores de 5 años, personas con enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Enfermedad cardiovascular, Enfermedad Renal Crónica (ERC),  inmunosupresión, asma y VIH o SIDA. En defunciones según comorbilidad, hipertensión, diabetes y obesidad se presentan en el 43.43%, 37.42% y 32.07% respectivamente, del total de defunciones confirmadas por COVID-19. (SSA 2020)

A nivel nacional, en 2018, el porcentaje de adultos de 20 años y más con diagnóstico médico previo de diabetes es del 10.3%, hipertensión del 18.4%, sobrepeso y obesidad del 75.2% (39.1% para sobrepeso y 36.1% de obesidad). (ENSANUT 2018)

La evidencia epidemiológica apoya una asociación entre el consumo de refrescos azucarados y diabetes, en México, un mayor consumo de refrescos endulzados con azúcar se asoció con la incidencia de diabetes, la asociación más fuerte es entre los individuos con marcadores de sobrenutrición en la vida temprana lo que refuerza la necesidad de intervenciones. (Stern 2019) La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda evitar el consumo de bebidas azucaradas ante la pandemia de COVID19, como parte de una dieta saludable. (WHO 2020)-

La cuarentena y la interrupción temporal del trabajo pueden afectar hábitos alimenticios, lo que significa un consumo reducido de alimentos frescos, y por el contrario, una mayor ingesta de alimentos procesados que son sometidos a métodos de procesamiento que hacen que sean desbalanceados nutricionalmente debido a la adición de aceite, azúcar o sal y productos altamente procesados que se formulan en su mayor parte a partir de ingredientes industriales y contienen poco o ningún alimento natural. En 2018, el menor porcentaje de población que consume alimentos recomendables para uso cotidiano fue para los grupos de frutas y verduras con un 49.7% y 44.9% respectivamente, por el contrario, el mayor porcentaje de población que consume alimentos no recomendables es para el grupo de bebidas no lácteas endulzadas con un 85.8%. (ENSANUT 2018)

Disminuir los factores de riesgo relacionados con las enfermedades crónicas, a su vez podría coadyuvar a reducir la severidad de los casos de COVID 19.

Se requieren esfuerzos multisectoriales para fortalecer el tamizaje, diagnóstico oportuno y control de la enfermedad. (Basto-Abreu 2020)

Una alimentación saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos que brinden los nutrientes necesarios para el mantenimiento de la vida y la salud. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales. La alimentación saludable se define como “aquella que es suficiente, completa, equilibrada, satisfactoria, segura, adaptada al comensal y al entorno sostenible”, está basada en el consumo de frutas, verduras, leguminosas, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva y lácteos bajos en grasa. La hidratación es uno de los pilares básicos de una alimentación saludable y se debe garantizar el consumo de agua a demanda (según la sensación de sed) o incluso sin dicha sensación, garantizando al menos 2 litros de líquido al día. (ESCOTT, S.S-2012)

Alimentación saludable

Para poder fortalecer el sistema inmunitario es necesario una alimentación completa en macro y micronutrientes, así como una adecuada hidratación. Recomendaciones de alimentos que refuerzan el sistema inmunitario:

  • Consumir una dieta variada y que contenga un alimento de cada grupo del plato del bien comer: verduras y frutas, leguminosas, alimentos de origen animal, cereales.
    • Alimentos fermentados (70% del sistema inmunitario depende de la microbiota)
    • Vegetales crucíferos (contienen gran cantidad de antioxidantes como el brócoli, col y coliflor)
    • Verduras locales (son los mejores aliados para reforzar las defensas (acelga, espinaca, apio)
    • Frutos rojos y cítricos (contienen antioxidantes y son fuente de vitamina C)
    • Propóleos y polen de abeja (potente antimicrobiano y gran revitalizante)
    • Jengibre (es un poderoso anti-inflamatorio)
    • Consumir suficientes líquidos, 2 litros en adultos. (WHO 2020, NOM 2012).

recomendaciones generales en la alimentación familiar: Consumir frutas y verduras de temporada.

  • Frutas: Sandía, Papaya, Plátano, Guayaba, Mandarina, Manzana, Naranja, Pera y Fresa.
    • Verduras: Jitomate, Acelga, Alcachofa, Apio, Brócoli, Cebolla, Espinaca, Lechuga, Pepino, Chile pimienta, Rábano, Tomate, Zanahoria y Chile habanero.
    • Lavar y desinfectar los alimentos.  
    • Consumir de 3 a 5 raciones de frutas y verduras al día.  
    • Evitar alimentos pre cocidos y comida rápida.
    • Adquirir alimentos no perecederos ante contingencia como granos, empaquetados etc.
    • Lavarse las manos frecuentemente. (Vilaplana I. B Montse 2010, Colegios Oficiales De Dietistas Nutricionistas 2020).

Se entiende como seguridad alimentaria al estado que garantiza el acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen las necesidades energéticas diarias y las preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana; la seguridad alimentaria generalmente se visualiza a nivel familiar desde cuatro dimensiones; las cuales son; la disponibilidad de alimentos; es decir, que al ir de compras se puedan encontrar los alimentos en los establecimientos. El acceso económico a los recursos para adquirirlos; quiere decir que las familias tengan en recurso económico para comprar alimentos básicos y complementarios. La utilización biológica de los alimentos por el organismo y la estabilidad de los tres puntos anteriores durante el tiempo que dure la emergencia (Urquía 2014).

Es de considerar que a causa de esta pandemia y las condiciones que conlleva la cuarentena existen riesgos para garantizar la seguridad alimentaria familiar. Por ejemplo, la pérdida de empleos, el cierre de establecimientos, la escasez de alimentos por interrupción del abastecimiento, la escasez de agua y saneamiento, los servicios de salud deficientes, un ambiente social inseguro y el hacinamiento en los hogares (INCAP, 2020).

Ante este panorama, existen retos a diferente escala para garantizar la seguridad alimentaria familiar; a nivel gubernamental: federal, estatales y municipal, como son el mantenimiento de los programas de asistencia alimentaria para familias vulnerables y personas de riesgo; la garantía del abasto nacional de alimentos y el tránsito seguro para su distribución. A nivel de la sociedad, es importante evitar el acaparamiento y compras de pánico, mantener una actitud empática y de solidaridad con familiares y vecinos en relación a los alimentos. A nivel familiar e individual, es importante priorizar la alimentación en los gastos sobre necesidades secundarias, para ello, es importante realizar un plan de compras semanal o quincenal, de acuerdo al número de raciones necesarias y a la propuesta de menú, recordar las necesidades de almacenamiento de cada alimento. Se debe preferir la compra de frutas y verduras de temporada y locales. Evitar desperdicios de alimentos y su descomposición. Es importante mencionar que los alimentos envasados, cuyo uso se debe limitar a un papel como aderezo en las preparaciones y siempre almacenados por fecha de caducidad, como mayonesa, crema, pastas, y en esta temporada de cuarentena evitar en la mayoría de las posibilidades, el consumo de los alimentos ultraprocesados como las botanas saladas y dulces empacados listos para comer, jugos envasados, frutas y verduras en conservas. Para garantizar la seguridad alimentaria en esta temporada es importante mantener un ambiente agradable a la hora de la comida, evitar hacerlo frente al televisor o cualquier dispositivo electrónico.

Una estrategia que ha recobrado importancia es la producción y conservación de los propios alimentos en casa, hasta que esto ocurra se puede hablar de seguridad alimentaria.

Independientemente al actual confinamiento por la pandemia del COVID-19, parte del tiempo de los padres se va en actividades que demandan su atención y esfuerzo. Esto ocasiona, que sea necesario un descanso de calidad para estar activo  y rendir en sus actividades para el día siguiente; sin embargo, utilizar la televisión o los medios digitales para despejarse de la responsabilidad de pasar tiempo con los hijos, lejos de ser una acción positiva, puede contraer diversos problemas de salud por la información a la que los niños están expuestos.

A nivel Nacional, la población de 0 a 4 años tiene un 8.1% de prevalencia de sobrepeso, en niños de 5 a 11 años existe una prevalencia combinada de sobre peso y obesidad del 35.6% (ENSANUT, 2018). La obesidad infantil está asociada a una amplia gama de complicaciones de salud graves y a un creciente riesgo de contraer enfermedades prematuramente, entre ellas, diabetes y cardiopatías (OMS, 2020), estas comorbilidades están asociadas a las principales defunciones por COVID 19 (SSA, 2020).

Al considerar a la obesidad como una enfermedad multifactorial en donde se genera un ambiente obesogénico, es decir, un entorno que la promueve, el cual influye en las conductas de los niños, impactando en su estado de salud. Dentro de ese ambiente se puede encontrar a los medios de comunicación, llámese internet, TV, radio, medios impresos, los cuales son utilizados por las grandes empresas de alimentos y bebidas que se encargan de desarrollar publicidad bajo estrategias de neuromarketing, cuyo mayor diseño está dirigido de manera directa a niños, transmitiéndose en espacios, medios y horarios de mayor audiencia infantil y que promueven en su mayoría el consumo de productos con alto contenido de azúcares, grasas y sales. Estas estrategias se encargan de asegurar que sus mensajes sean efectivos buscan aumentar la posibilidad de que los niños demanden a sus padres mediante elementos necesarios para que los niños fastidien mejor y con más éxito en la compra de esos productos generándose lo que se conoce como “factor fastidio” (ENAOB, 2017). Los  niños en México pasan en promedio de 4 horas  y 34 minutos frente al televisor por día, más que  en cualquier otro país. Como consecuencia, la exposición infantil a la publicidad está entre las más altas del mundo (ITF, 2015). En las estrategias de marketing de comerciales se encuentra 67.5% el uso de personajes ficticios animados o personajes populares, 46% se publicitaron con un juguete o promoción para generar demanda (factor fastidio) y el 35.1% uso de vínculo a una WEB para la generación de lealtad a la marca, productos y a los personajes Algunos otros, usan celebridades, etiquetados vistosos o con juegos, frases felices o saludables, entre muchos otros (Macari; M & cols. 2018).

Todo lo anterior se ha diseñado bajo una autorregulación con iniciativas fallidas las cuales siguen permitiendo promover un ambiente obesogénico. Por lo tanto, se recomienda durante el aislamiento social, establecer horarios del uso de televisión y medios digitales cuidando el tipo de programación e información que los niños reciben, ya que además de promover ambiente obesogénico, exponen a los niños a ambientes de violencia y sexualidad.

En el caso de otra comorbilidad que pone en riesgo las consecuencias fatales de la COVID-19, se encuentra la enfermedad renal crónica, en este caso, existen las guías de la KDIGO (La organización global que desarrolla e implementa pautas de la práctica clínica basada en evidencias en enfermedad renal) apoyan el uso de la expresión «enfermedad renal crónica» (ERC) para referirse a todo el espectro de la enfermedad que ocurre luego del inicio del daño renal. Y en la presente pandemia de COVID-19 se convierte en un riesgo, reportes de complicación en pacientes con presencia de COVID-19 reportan la llamada “Tormentas de citoquinas” ya que se producen fallas orgánicas, pulmones, corazón y riñón. En los adultos mayores con enfermedades crónicas no transmisibles, son más susceptibles. Los fármacos prescritos para los pacientes con hipertensión y enfermedad renal, que son utilizados como inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA i), que se encuentran en el epitelio alveolar, mucosa oral, nasal, células renales, y vejiga urinaria, sirvan de receptor del virus al unirse a la membrana de las células renales, ocasione desequilibrio homeostático, poniendo en riesgo la función endocrina, que produce la eritropoyetina, y la vitamina D siendo un reservorio del virus. (Rabb, 2020)

Un análisis retrospectivo en 536 pacientes con SARS con creatinina plasmática normal en la primera presentación clínica de 36 pacientes (6,7%) desarrollaron insuficiencia renal aguda que se produjo con una media a los 20 días (rango 5-48 días) La tasa de mortalidad fue significativamente mayor entre los pacientes con SARS e insuficiencia renal aguda en comparación con aquellos con SARS sin insuficiencia renal. En Italia se realizó la biopsia renal realizada en 7 pacientes fallecidos, reveló en todos ellos una necrosis tubular (Romano 2020)

La implícita relación de estas enfermedades; suma al equipo multidisciplinario a la terapéutica nutricional (Soporte Nutricional) para COVID-19, apoyando (Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo) en la unidad de terapia intensiva, recomendando 27 kcal/kg peso corporal/día, en > 65 años con multimorbilidades. De 30 kcal/kg peso corporal/día, en pacientes con multimorbilidades y con bajo peso severo. Realizar ajustes energéticos hasta un 10% por cada grado de temperatura. Se recomienda aumentar en 1.0 g/kg/día de   aminoácidos de cadena ramificada en un 50% con la finalidad de prevenir la pérdida muscular y asi mejorar la fuerza de los músculos respiratorios. El paciente crítico de COVID-19, con insuficiencia respiratoria requiere de carbohidratos de 2 g/kg/día y no debe exceder los 150 g por día, por la oxidación de un mol de carbohidratos conduce a la producción de CO2. Respecto a los lípidos: el requerimiento en pacientes críticos es de 1.5 g/kg/día. En general, los 0.5 g/kg/día de lípidos se derivan de la administración de sedantes en solución lipídica. Por ejemplo, Propofol puede proporcionar 1.1 kcal/mL como grasa, de manera similar a una emulsión de lípidos al 10% y en promedio cubre el 25% (Barazzoni, 2020). Al tratamiento nutriológico en pacientes ambulatorios  puede ser una estrategia para tener beneficios en la salud, en parte por las propiedades benéficas como alimentos funcionales, como lo son el consumo de frutas, cereales, leguminosas y verduras  además antioxidantes en alimentos de consumo de la región que se aportan como, fenoles, flavonoides, polifenoles, antocinaninas, ácido clorogenico, malvidina isoflavonas, flavononas, hierro, fosforo, magnesio, cobre, cinc, B-carotenos, licopeno, vitaminas  E y vitamina C. Los alimentos ricos en los compuestos bioactivos pueden ser; chabacano, naranja, níspero, sandia, guayaba, kiwi, calabaza criolla calabaza madura, chícharo, zanahoria, col morada, ejotes, espinacas, huazontles, malva, nopal, cilantro, quelite cenizo y verdolaga (Flores, 2012). Incluirlos en el régimen alimentario del paciente renal con Covid-19 tendría beneficios y fortalecimiento al sistema inmunitario, así como a las membranas celulares y funciones bioactivas en el organismo.

Durante la Pandemia COVID-19 se debe cuidar la actividad física que se realiza, la salud mental, el descanso y tener una alimentación saludable para mantener un nivel de salud óptimo, con un sistema inmunológico fortalecido y como consecuencia un menor riesgo de contraer enfermedades.

NUTRITIPS Vs COVID-19

Argüelles-Martínez Lisbet, Cervantes Rodríguez Margarita, Díaz-Teoquiz Alejandra, Hernández-Gutiérrez Gustavo, Lara-González Susana, Méndez-Iturbide Daniel, Rivera-Madrigal María Elena, Salinas-Aguas Carlos

Facultad de Ciencias de la Salud, Licenciatura de Nutrición, Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Segunda parte

Recomendaciones para mejorar la actividad física

Está demostrado que la actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mamá y depresión. Además, la actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso corporal (OMS, 2010).

El reto en este aislamiento social es mantener una actividad física igual o mayor que antes del inicio de la pandemia, pero ahora estando en casa, debemos adaptarnos a realizar una actividad física sin equipo especial y en algunos casos con espacios limitados, pero lo importante es evitar que disminuya nuestra actividad. La Organización mundial de la Salud recomienda que realicemos 150 minutos a la semana de actividad física con intensidad moderada o 75 minutos a la semana con intensidad vigorosa o bien hacer una combinación de ambas, en personas adultas (OMS, 2010).

Algunas recomendaciones para incrementar la actividad física pueden ser el tomar breves descansos activos durante el día, pueden realizarse actividades cómo bailar, jugar con niños, jugar con mascotas, actividades domésticas como la limpieza, jardinería o bien subir las escaleras. Si queremos realizar actividades más intensas podemos subir y bajar en un escalón, brincar la cuerda, hacer bicicleta o escaladora si tenemos en casa, o bien realizar una clase de ejercicio en línea o descargar alguna rutina sencilla y gratuita para realizarla en casa.

Una recomendación es que si vamos a estar sentados por un largo tiempo se debe levantar el cuerpo cada 30 minutos para poder realizar algunos movimientos, si vamos a trabajar mucho tiempo sentados debemos tratar de utilizar una mesa más alta para trabajar de pie por algún tiempo. Se recomienda programar un horario para la actividad física todos los días y si por algo te sientes desmotivado se sugiere te coordines con alguien más de tu casa para animarte y ser creativos para realizar actividad física juntos. Durante el tiempo libre sedentario se recomienda realizar actividades cognitivamente estimulantes como la lectura, juegos de mesa o rompecabezas (Mera, 2020).

Existen aplicaciones para el teléfono celular donde se realiza el conteo de pasos durante el día, las pueden buscar como podómetros de pasos, contador de pasos o seguimiento de pasos, si realizas <5000 pasos al día te consideras una persona inactiva, de 5000 a 7499= persona con actividad baja, 7500 a 9999 pasos estas en categoría de algo activo y > 10000 pasos eres una persona activa (Hajna, 2018).

Consejos para cuidar la salud mental

Cuando hay un evento que pone en riesgo nuestra salud, el aparato psíquico entra en un desequilibrio emocional. En este periodo de aislamiento social se aconseja tomar descansos de salud mental, es decir tomar unos minutos para relajarse al día, esto puede reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular, se puede escuchar música, tener recuerdos agradables o ver fotografías con familiares. Debemos Identificar nuestros sentimientos, saber que sentimientos y emociones tenemos y porqué estamos sintiendo esto.

También se sugiere realizar un plan de contingencia para aumentar nuestro sentido de control y sentirnos cómodos frente a la situación, también nos sirve para calmar la ansiedad y angustia ya que nos prepararemos para lo que pueda suceder. El plan debe incluir 4 apartados: 1) Ingreso y gastos económicos. Verificar nuestra fuente de ingreso económico, si tenemos dinero ahorrado y si alguien me puede prestar si necesito. 2) Medicina y salud. Tener medicamentos en el kit de emergencia, debemos tener contacto con doctores de confianza y conocer los síntomas del COVID 19. 3) Autocuidado. Realizar una lista de actividades que te hagan sentir bien. 4) Productos esenciales. Elaborar una lista de productos esenciales que necesitaremos en casa y debemos verificar cuanto duran los productos para programar las compras.

Otra recomendación es tener redes de apoyo, mantener contacto con personas que te podrían ayudar si lo necesitaras puede ser a través de mensajes, llamadas o video llamadas, tener una buena comunicación puede ayudar a disminuir la ansiedad y compartir vivencias de cómo están llevando el proceso de aislamiento social. No consumas alcohol ni drogas ya que pueden agravar las situaciones emocionales que estamos viviendo, el alcohol es depresor y puede aumentar este sentimiento o agravarlo durante el aislamiento social.

Un Ejercicio de respiración para controlar la ansiedad si la llegamos a presentar es inhalar por 6 segundos, luego sostener el aire por 3 segundos y por último exhalar por 9 segundos. Otros ejercicios positivos para una mente sana son el pensar y hablar positivo, anotar todos los logros que tenemos, compartir mensajes positivos con familiares y amigos, escuchar y bailar música agradable, realiza actividades que siempre has querido hacer en casa (Gómez, 2020).

Articulos de limpieza

El virus SARS-coV-2 se considera muy peligroso por ser sumamente contagioso; dentro de sus debilidades está la facilidad para destruir su capa externa lipídica con sustancias químicas de fácil acceso (Chan et al.,2020). A continuación, se mencionarán estas sustancias y cómo actúan.

El alcohol etílico que se utiliza para destruir al virus actúa como un disolvente para la capa lipídica que protege al material genético que constituye al virus ya mencionado (Chan,2020), es más efectivo a concentraciones del 60 al 70% en agua, debido a que en un sistema acuoso el alcohol tiene mayor grado de disolución en la piel del ser humano. Este disolvente orgánico se consigue en las farmacias y se obtiene principalmente de la fermentación de caña de azúcar. Se recomienda usarlo para desinfectar manos, lentes, teléfono celular (con un paño húmedo). Esta solución en agua es altamente estable y efectiva.

Otro material que funciona de manera muy eficiente es el hipoclorito de sodio, comúnmente conocido como cloro (NaOCl) se ha utilizado desde hace muchos años atrás como un desinfectante. Este reactivo químico, se obtiene al hacer reaccionar el cloro (Cl2) e hidróxido de sodio acuoso (NaOH). En este caso, el proceso de destrucción del SARS-coV-2 es por una reacción de oxidación a la capa lipídica y proteínas, ya que el hipoclorito es un agente (Yan et al., 2020) altamente oxidante (el cloro se considera Cl+) el cual quitara electrones a los lípidos y proteínas del virus destruyendo su función biológica. Es necesario mencionar que para mantener su efectividad de esta solución, se debe preparar cada 24 horas, ya que el hipoclorito de sodio tiende a descomponerse por acción de la luz natural, es ideal para desinfectar artículos solidos como llaves, chapas, accesorios del automóvil, pisos, baños y ropa.  Se recomienda usar una cucharada sopera (4 mL) por cada litro de agua. Este desinfectante se consigue en cualquier supermercado o tienda de abarrotes, el tiempo de contacto con los materiales a desinfectar es de 20 minutos.

Dentro de los desinfectantes efectivos contra el SARS-coV-2, se encuentra el agua oxigenada (H2O2), a una concentración de 3.4% en peso volumen (Van et al., 2013). Este reactivo químico es de fácil acceso en farmacia y también actúa como un agente oxidante a la capa protectora lipídica del virus además desnaturaliza las proteínas que contiene. Este material es un ligeramente más caro, pero es muy eficiente para usarlo en la desinfección de monedas y billetes, también es necesario preparar la solución cada 24 horas ya que tiende a descomponerse por acción de la luz, la concentración recomendada es una cucharada sopera (4 mL) para 4 litros de agua y el tiempo recomendado para desinfectar los objetos es de 10 minutos.

La cal para construcción de viviendas (Ca(OH)2) es extremadamente barata y se disuelve una cucharada sopera (10 g) en 5 litros de agua y es ideal para desinfectar frutas y verduras por un periodo de 20 minutos y su posterior enjuague con agua potable, este material actúa cambiando el pH del medio a muy básico (12-14 unidades de pH) y como consecuencia desnaturalizar las proteínas del virus arriba mencionado y así eliminar su letalidad.

Un último material muy efectivo contra el SARS-coV-2es el jabón y los detergentes (Otter et al.,2016) , en este caso los jabones y detergentes tienen básicamente el mismo principio; en su estructura química tienen una sección hidrofilica (amante del agua) y otra lipofilica (amante de los lípidos), como se mencionó anteriormente el virus tiene una membrana lipofilica y esto hace que con los jabones y/o detergentes se arrastre el COVID-19 como si fuera una grasa al agua, donde posteriormente se degrada dicha capa lipídica y como consecuencia se pierde la actividad biológica y perjudicial del virus.