¡No que el Mesías no existía!

Por Yazmin Garnica

Se supone que ya pasó la euforia de las elecciones, que ganó el que va a cambiar a México, el que va a pregonar con el ejemplo y además va a cumplir cosas que para otros fue imposible hacer, bueno, eso es lo que se la ha pasado diciendo en sus 12 años de campaña y que en los últimos seis meses se dedicó a vender frases, posturas y aprovecharse del hartazgo de la sociedad, claro, esto gracias al PRIANRD y otros partiditos, pero el problema que veo es hasta dónde llega nuestro fanatismo como mexicanos.

Suena a broma pero es real, se le pregunta a los ciudadanos qué opinan sobre la multa que el INE le está imponiendo a Morena, el partido de ya sabes quién, y responden: nos toca como de a siete pesos por cada uno de quienes votamos por él, lo que significa, yo la pago, pero dejen a nuestro Presidente electo en paz. ¡No, bueno!

Eso es lo verdaderamente preocupante, que nos gobierne el mejor manejador de masas, porque eso sí queda claro, el Señor maneja a las masas de una forma impresionante, tanto que llegarán a ser diputados locales en nuestro estado personajes que ni en un tríptico los conocimos; y estamos tan enfocados en el cambio verdadero que no pensamos en los daños colaterales que todo esto conlleva, cómo dejar en manos de una sola persona o de un gabinete presidencial la Cámara de Senadores, la de diputados federales y en algunos casos hasta los congresos locales, como será Tlaxcala.

No digo que estos futuros legisladores no estén preparados o capacitados para dicha encomienda, pero sí me queda claro que a muchos de ellos les falta experiencia. Pero eso ya lo juzgará la ciudadanía con el paso del tiempo.

Lo que nos debe quedar claro también es que por más que el Mesías vaya a ser nuestro futuro Presidente, él no va a cambiar nuestra forma de pensar tan negativa como sociedad. Me parece que estamos poniendo todas nuestras esperanzas en que él nos resuelva la vida, digo, está padre pensar que las cosas van a cambiar, pero también nos debe quedar claro que él hará su parte y nosotros tenemos que hacer la nuestra. No hay crisis económica que no aguante 10 horas de trabajo continuo, con esfuerzo y dedicación en todas las áreas donde nos desenvolvamos, de buscar oportunidades para mejorar nuestras precarias condiciones económicas. Como buenos mexicanos nos encanta quejarnos de todo, pero el punto es no dejar que una sola persona tenga la responsabilidad de sacar la fórmula mágica para cambiar la economía, la cultura y la restauración de valores.

Es triste y lamentable que no podamos tener confianza en nosotros mismos, que tengamos tanto miedo y echarle la culpa de todo al gobierno, al sistema, a la falta de oportunidades.

Hoy ya vienen las inscripciones en las escuelas y como padres de familia nos ponen a temblar, nos echamos un clavado en el tiempo y vemos que los días siguen pasando y estamos igual, mejor o peor que el año pasado. En muchas ocasiones se tienen que buscar cosas que empeñar para comprar útiles y uniformes, ah eso ya no, ya los va a dar Marco Gobernador, pero todo lo demás si se tiene que adquirir, como uniformes de gala, del diario, deportivo y calzado.

Por otra parte, da mucho gusto ver las enormes filas de jóvenes que ingresarán a la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Ellos si tienen la esperanza bien puesta en ellos mismos, no en un sistema, que éste no nos garantiza nada como sociedad.

Creo que este acto de reflexión nos ayudaría mucho más que pensar que ya sabes quién nos va a venir a salvar.