DEBATE: Anaya, triunfo mínimo; Meade mejoró; Amlo, desciende

Por Enrique Gasga Ventura

Como no hay fecha que no se cumpla, la del debate presidencial pasó, y aunque se puede decir que cuatro candidatos lograron más activos para su campaña (aunque pocos); el quinto al quedar evidenciado como parte de la corrupción y mentiroso, y al quedarse callado de alguna manera aceptó los graves señalamientos; además que durante la mayor parte de tiempo rehuyó el debate limitándose a repetir una serie de frases vacías demagógicas que en nada ayudan a México a enfrentar la difícil situación que atraviesa; obviamente bajará en las preferencias electorales, aunque no lo suficiente aún para que alguno de sus contrincantes lo alcance en el corto plazo.

Lo cierto es que Ricardo Anaya, Jaime Rodríguez (El Bronco), e incluso Antonio Meade y Margarita Zavala hicieron su papel como debatientes exponiendo propuestas en muchos casos ambiguas, pero en otras poniendo el dedo en la llaga.

Contrario a esto, López Obrador en una clara falta de respecto a los mexicanos que merecemos la mayor claridad y viabilidad en las propuestas de quien va a la cabeza en las preferencias electorales, lo que recibimos fue el mismo discurso demagógico y populista que a él le ha funcionado; pero que en nada nos ayuda ante los graves problemas de México; más bien a muchos seguramente empezó a preocuparles que de veras pueda ser presidente; ya que no presentó propuestas; sino frases vacías.

En lo referente a uno de los más graves problemas que enfrenta el país que es la inseguridad el candidato de “Por México Al Frente”, Ricardo Anaya propuso entre otras estrategias:»Desmantelar las organizaciones criminales, duplicar el tamaño de la policía federal, profesionalizar, y certificar a todas las policías del país, seguir apoyándolos con el ejército hasta contar con policías confiables y que estén del lado de la gente».

En este tema José Antonio Meade candidato de “Todos por México”, propuso: crear una agencia de investigación especializada para atender diversos delitos, entre ellos el secuestro y la trata de personas, y que a los 100 días de su gobierno se cuente con “Un código penal único, para que los delitos que más te lastiman, los cuales son robo, extorsión, feminicidio y homicidio, se castiguen igual en todo el país».

Margarita Zavala propuso soluciones muy subjetivas a la inseguridad sin especificar como pretende lograr cumplirlas como son: un fortalecimiento de la policía y trabajar contra la impunidad. «Hacer lo que tenga que hacer para que no haya impunidad, y que él que la haga, la pague», señaló.

Por su parte, el candidato independiente Jaime Rodríguez propuso: crear una policía cibernética, que dependa directamente del Ejecutivo. Además, señaló que es necesario mejorar las condiciones del cuerpo policíaco en México.

Sin embargo en su intervención en este tema Andrés Manuel López Obrador candidato de “Juntos haremos historia”, sin presentar propuestas se dedicó a externar sólo buenos deseos y en respuesta hacia las críticas de sus contrincantes sobre dar “Amnistía”, a los criminales; se limitó a defender dicha posición refiriendo que esta medida no significa impunidad; aunque el perdón a los delincuentes aunque lo haga avalado por el como presidente se convierte lógicamente en impunidad.

Así mismo, López Obrador trató de presumir los supuestos logros en materia de seguridad durante su jefatura de gobierno del DF; pero esto es necesario decirlo, en una posición necia refiriendo que había disminuido la inseguridad; esto a pesar que Anaya y Meade le presentaron estadísticas de un aumento agresivo de la delincuencia durante su gobierno.

En el tema de corrupción levantó polémica la propuesta de “el Bronco”, quien propuso literalmente “mocharle la mano al que robe en el servicio público”, cuya medida sanguinaria puede remontarnos a las medidas que hace siglos se empleaban contra los ladrones, y hoy en día sólo algunos países extremistas las practican.

Margarita Zavala dijo que para castigar a los corruptos se deben crear cárceles especiales; mientras que Antonio Meade sin hacer referencia a sanciones específicas contra los servidores públicos corruptos, dijo desviando el tema que se hará énfasis en materia de transparencia.

En este mismo sentido, López Obrador continúo sin presentar alguna propuesta específica para castigar a los corruptos; externando sólo buenas intenciones, “Voy a gobernar con el ejemplo. Si el presidente es honesto, los gobernadores y presidentes municipales lo serán”, opinó.

Sin embargo, durante esta parte del debate Ricardo Anaya le recordó parte de la corrupción millonaria que se dio cuando López Obrador gobernó el DF a través de sus funcionarios más cercanos como el llamado “señor de las ligas (Bejarano)”, y de su ex secretario de Finanzas Gustavo Ponce encarcelado en su momento por hacer traspasos millonarios a EU.

Y quizás el momento más incómodo para Obrador fue cuando sus adversarios evidenciaron su nepotismo y corrupción en MORENA donde cobran su hijo y otros de sus familiares cuyo partido se ha convertido en un negocio familiar.

Algo que puede ser un indicador importante para medir a los candidatos es el hecho de que ante las acusaciones que se dieron entre los candidatos en el caso de López Obrador se quedó callado cuando evidenciaron los casos de corrupción en que parte importante de su equipo ha cometido; y rehuyó contestar, o contestó con evasivas preguntas directas  que le hicieron; como el caso de amnistía a criminales. Y lo mismo le pasó a Meade cuando Anaya le preguntó si calificaría de honesto a Enrique Peña, lo cual no contestó.

En el caso de Ricardo Anaya cuando le cuestionaron sobre supuestas irregularidades por el asunto de la nave industrial; el candidato de “Por México Al Frente”, contestó los cuestionamientos en forma directa aclarando con documentos en mano que dichas acusaciones eran falsas, y el tema no se tocó más durante el debate.

Ya en el pos debate en mi opinión el candidato que pierde aunque sin una gran afectación  por la amplia ventaja que lleva en las encuestas es López Obrador.

Sin embargo, el hecho de haberlo exhibido como mentiroso y corrupto; así como falto de propuestas e incurrir en casos claros de nepotismo; a López Obrador en adelante todo esto le puede generar gradualmente un cambio negativo en la simpatía y desencanto del electorado sobre todo el neutral, y lo cual le podría restar hasta tres puntos porcentuales.

Esos tres puntos no se irían a un candidato en específico, y a quienes menos tocaría de dicho puntaje sería a Antonio Meade y a Margarita Zavala al primero por la loza que carga del priismo en el gobierno sobre quien a su vez pesan los grandes problemas existentes.

En el caso del “Bronco”, quizás pueda generar un poco más de dicho puntaje, pero más por las reacciones que ha generado en redes sociales su participación en el debate donde en algunos medios de prensa nacionales dieron cuenta que le fue bien en Twitter; pero que el asunto de literalmente “mocharle la mano”, a los servidores públicos que roben, seguramente le restará seriedad a sus propuestas y con ello el posible aumento en las preferencias electorales no será mucho.

En el caso de Ricardo Anaya quien ha logrado conservar el segundo lugar en las preferencias electorales pese a los ataques mediáticos de hace algunas semanas; y los cuales lograron bajarlo de los ocho puntos de diferencia que tenía con relación al primer lugar a 15 y luego a 12 puntos; quizá en las próximas dos o tres semanas pudiera recuperar unos tres puntos y quedar a unos siete puntos de López Obrador metiéndolo nuevamente a la disputa por la presidencia.

Y es que según como ha llevado su campaña Anaya, y lo que se pudo ver en el debate donde se le pudo observar como el candidato más coherente, con propuestas bien definidas; sin perder el piso ni apasionamientos, y buscando posibles aportaciones para dar soluciones a la problemática que vive el país; y lo cual no se vio más que ambiguamente en los otros candidatos; esto lo puede catapultar a una competencia más pareja con Obrador.

En el caso de Meade aunque recuperó un poco en este sentido el peso del mal gobierno que carga en su espalda casi no lo deja moverse, se mira muy difícil que pueda meterse a la pelea.

En esta rápido análisis, Ricardo Anaya estaría obteniendo el mejor resultado del debate; pero todavía muy insuficiente para alcanzar a López Obrador; aunque sí lo acerca al tabasqueño.

Sin embargo si tomamos en cuenta que aún hacen falta dos debates, y a los cuales López Obrador seguramente llegará cada vez con menos fuerza porque ya quedó claro que lo suyo no es debatir; y ha sido evidenciado como un falso mesías; quitándole el disfraz de honesto, y mostrándolo a todos los mexicanos en cadena nacional como realmente es, como un mal político más, deshonesto, mentiroso y sin propuestas viables.

Pero el electorado tiene la última palabra; y aunque estamos a sólo poco más de dos meses de las elecciones todavía pueden pasar muchas cosas; y el panorama puede cambiar para el PRIMORENISTA; y en consecuencia para los demás candidatos. Al tiempo.