Comunicar sin estigmas ni discriminación para construir hospitalidad

Por Sergio Luna C.[1]

Coyuntura/En la colaboración anterior, nos referimos al marco jurídico que en Tlaxcala garantiza el derecho a la igualdad y a la no discriminación. También reconocimos que las prácticas estigmatizantessiguen afectando a buena parte de nuestra población.Ahora, queremos continuar reflexionando acerca de la situación que guarda el derecho a la no discriminación de las personas en contextos de movilidad en nuestra entidad. Para ello, es importante ubicar a Tlaxcala como un tramo estratégico de la ruta migratoria que las personas de países centroamericanos deben cruzar en su trayecto hacia el centro y norte de México.

De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria del Gobierno Federal, de enero de 2010 a septiembre de 2017 el Instituto Nacional de Migración delegación Tlaxcala aseguró a 7,181 personas extranjeras, por no acreditar su situación migratoria regular. En contraste, de octubre de 2010 a septiembre de 2017 el albergue para migrantes “La Sagrada Familia” en Apizaco, prestó ayuda humanitaria por lo menos a 33,570 personas;evidentemente,este último es un número mayor al atendido en el mismo periodo por la institución gubernamental. Si se calcula en 400 mil el número de personas que anualmente ingresan a México en condiciones irregulares, conviene preguntarse ¿cuántas de ellas transitan por Tlaxcala?

La presencia de personas migrantes en la entidad ha sido comunicadaenfáticamente por Un Mundo una Nación A.C. y su albergue “La Sagrada Familia”; han hecho lo propio otras organizaciones civiles, diversos grupos religiosos, académicos e investigadoras, así como instituciones educativas.Pero, es cuestionableque las autoridades estatales no se refieran a la migración en tránsito, que el discurso gubernamental mantengainvisibilizada a esta población. También es preocupante que las autoridades estatales y municipales no cuenten con la información adecuada de la complejidad migratoria en Tlaxcala, lo que las lleva a desconocer la magnitud del fenómeno y sus impactos sociales, culturales y económicos, ignorancia que puede favorecer prácticas discriminatorias y violentas contra esta población.

Favorablemente, hoy en díagran parte la información disponible sobre la migración en tránsito es producida y dada a conocer por los medios de comunicación, lo que sin duda ha permitido visibilizar esta realidad. Muchas de sus notas han permitido denunciar prácticas violentas perpetradas en su contra: extorsiones y abuso de autoridad por parte de policías municipales,agresiones sexuales contra mujeres migrantes, secuestros, detenciones arbitrarias, hechos de criminalización, mutilaciones de migrantes por caída del tren, trata o prostitución de mujeres centroamericanas, niños migrantes en situación de calle y con problemas de adicciones, entre otros; realidades que no pueden ocultarse y que afortunadamente, a través del trabajo de los medios de comunicación y la presión pública que implica difundir estos hechos, algunas personas migrantes que han sido víctimas de este tipo de delitoshan podido acceder a cierto grado de protección y justicia en Tlaxcala.No obstante,también es importante señalar que algunos medios de comunicación no han estado exentos del uso de un lenguaje estereotipado y estigmatizante, incluso criminalizante a partir del cual, construyen “la realidad migratoria”; enfoques que sin duda, influyen en la percepción que el resto de la sociedad puede tener sobre la migración en tránsito.

A propósito,en este año UMUN realizó un sondeo en varios municipios de la entidad para conocer la percepción que los habitantes locales tienen acerca de la presencia de migrantes en Tlaxcala. Entre otros aspectos-que iremos compartiendo en otras colaboraciones- buscamos conocer cuál es la principal fuente de información de los tlaxcaltecas sobre la realidad de hombres y mujeres que transitan por la entidad principalmente a bordo del tren. Los resultados arrojaron que el 52% se informa a través de las noticias de los medios de comunicación, el 17% lo hace a través de amigos y vecinos, el 12% se informa a través de pláticas directas con migrantes, un 8% recibe información a través de alguna autoridad o dependencia de gobierno, el 5% de entrevistados dijo que su fuente de información era la escuela, 2% dijeron informarse por algún grupo religioso, y 4% restante dijo informarse por otros medios.

Estos resultados corroboran el papel trascendental que los medios de comunicación tienen en la construcción de aquello que se “sabe” sobre quienes migran, por lo que ya resulta importante analizar las formas en que estos medios comunican a la población sobre la migración y sus actores. Llama la atención, a su vez, que los grupos religiosos y las escuelas sean actores cuyo trabajo en la materia sea marginal. Por lo que el trabajo con estos actores se identifica como un área de oportunidad para promover la no discriminación y los derechos de todas las personas.

También preguntamos ¿qué tan de acuerdo o en desacuerdo está con afirmar que los medios de comunicación difunden una imagen solidaria, positiva y de aceptación de las personas migrantes que transitan por Tlaxcala? Un poco más del 60% de ellas está de acuerdo en que los medios de comunicación difunden una imagen positiva, solidaria y de aceptación hacia las y los migrantes en tránsito; esto puede considerarse como una condición favorable para promover la integración y la cultura de hospitalidad hacia quienes migran por nuestro estado; pero, llama la atención de igual manera que un 37% considere que los medios de comunicación no difunden imágenes positivas de quienes se encuentran en contextos de migración. Estos resultados refuerzan la hipótesis de la importancia de sensibilizar a los actores de los medios de comunicación, a fin de reforzar en quienes escriben las notas, clasifican la información, construyen el noticiable, etc. acerca de lo importante que para los y las migrantes resulta que la información acerca de ellos sea veraz y desde el enfoque de los derechos humanos, evitando todo enfoque “amarillista” o contrario a la dignidad de quienes migran.

A manera de síntesis, consideramos que los medios de comunicación pueden ser un vehículo que impulse el respeto de los derechos humanos, con lo cual puedan modificarse las actitudes discriminatorias, y promover el respeto a la diversidad social. En virtud de la cobertura y capacidad de penetración que poseen,pueden ser un medio para fomentar la no discriminación, evitando ellos mismos la utilización de categorías y conceptos discriminatorios y estigmatizantes al comunicar información sobre la población migrante y otros grupos en condiciones de vulnerabilidad.

[1] Director de Un Mundo Una Nación A.C.