El Oro Molido de Nanacamilpa

Por Jorge Rodríguez Antolín

Irreverencias

“La suprema realidad de nuestro tiempo es la vulnerabilidad” –John F. Kennedy-

En el año 2012 el gobierno tlaxcalteca, en turno, decidió promover a nivel local, regional y nacional una exitosa campaña para dar a conocer las cálidas noches de veranos de Nanacamilpa, Tlaxcala. No eran unas noches cualquiera!

La respuesta fue impresionante, autoridades y pobladores de Nanacamilpa, como buenos tlaxcaltecas, recibieron con los brazos abiertos a sus visitantes. El objetivo era observar y maravillarse con un espectáculo único. Ver un cielo cundido de pequeños e intermitentes destellos de luz; los conocidos bichitos de luz o luciérnagas.

Familias enteras se reunieron para apreciar dicho espectáculo; amigos y enamorados caminaron por los senderos permitidos, con tal de apreciar una majestuosa lluvia de luces, en la serena oscuridad de los bosques de la bella Nanacamilpa. Es probable que muchos se hayan enamorado ahí!

Las luciérnagas son insectos conocidos como coleópteros polífagos. Particularmente, las luciérnagas de Nanacamilpa pertenecen a  una especie endémica de la región, es decir, nativas de dicha tierra.

El otoño es su época reproductiva y se iluminan para cortejar, llamando así a la pareja para copular y con ello asegurar la reproducción y perpetuar la especie.

Pero ojo, sí cada verano observamos menos luciérnagas, es porque van desapareciendo, año con año las poblaciones están en declive debido a la combinación de contaminación de la luz, el uso de pesticidas y la destrucción de hábitats.

El Ayuntamiento de Nanacamilpa ha dejado muy claro otros factores que también podrían perturbar y ahuyentar a las generadoras de tan fantástico espectáculo: salirse de los senderos interpretativos, relajos estrepitosos, tomar fotografías, utilizar linternas, usar celulares o ipads, fumar, tirar basura, consumir alimentos, etc.

Alarmante descenso de la población de luciérnagas

En 2008 un diario chileno publicó una nota que tendría que prender “como luciernágas” nuestras conciencias, ello, para proteger nuestros cada vez más afectadas reservas naturales tlaxcaltecas, como es el caso que hoy nos ocupa.

En Chile, hace aproximadamente 10 años, los balseros del río Mae Klong solían llevar a los turistas a remar por la noche, para que vieran a miles de luciérnagas, brillando en todo su esplendor, entre la maleza.

Hoy tristemente sólo se pueden apreciar las luces fluorescentes de hoteles, restaurantes y complejos viales. En ese entonces, se manifestó que Las poblaciones de luciérnagas habían caído 70 por ciento en los últimos tres años“, dijo Preecha, antiguo profesor chileno que empezó a ofrecer docenas de botes de remos para evitar a las ruidosas lanchas a motor. Los pobladores comentaban es triste lo que pasa, esas “estrellitas” eran símbolo de nuestra ciudad.

El destino de los insectos atrajo a especialistas para estudiar el fenómeno. Investigadores de varias partes del mundo han citado al crecimiento urbano y a la contaminación industrial, como destructores del hábitat de los insectos.

Es importante recalcar que la propagación del alumbrado artificial podría interferir en su compleja conducta de apareamiento, que depende de que el macho atraiga a la hembra con su destellante abdomen.

Un riesgo latente

Así como lo cita dicho diario chileno, en el resto del mundo, y en particular en Nanacamilpa, Tlaxcala, se necesitan datos científicos, difíciles de producir con tan pocos programas de monitoreo instalados.

Por lo tanto, es poca la información que se tiene, ello ha dejando a los científicos en tinieblas sobre las potenciales amenazas. Uno de los problemas es que se trata de un insecto pequeño que no puede ser etiquetado, rastreado y ubicado facílmente, además, su conteo es difícil porque algunas hembras viven casi siempre en el suelo o no parpadean.

Factores como la falta de dinero y manos para estudiar y atender el problema, se vuelven una limitante para los expertos.

Los investigadores esperan que las instancias locales, regionales, nacionales e internacionales tomen cartas en el asunto para que se implementen acciones que  ayuden a seguir la pista de poblaciones de luciérnagas durante muchos años para determinar si se mantienen estables o están “desapareciendo”.

Los científicos reconocen que la urgencia de medir a las luciérnagas no se equipara con las de los osos polares o los tigres siberianos. Pero insisten, en que las luciérnagas son como “canarios en la mina de carbón”, en términos de comprender la salud de un ecosistema.

Llamado

Sería lamentable que algo similar sucediera con los bosques de Nanacamilpa y sus bellas luces decembrinas en pleno verano, ello, nos debe de llevar a los tlaxcalatecas a la reflexión e informarnos sobre el tema, pero más que nada, a exigir a nuestras autoridades que tomen la medidas correspondientes para proteger nuestras reservas naturales tlaxcaltecas.

Jorge Rodríguez Antolín

Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta

Posgrado en Ciencias Biológicas

antolin26@gmail.com
@jorantolin