Marco Mena: ningún peligro para la delincuencia

Por Enrique Gasga

Bastó para el pasado gobierno del estado unos años para acabar con la tranquilidad de la entidad al permitir el ingreso desmedido y operación de la delincuencia; ahora para el nuevo gobierno de Marco Antonio Mena resultará casi imposible, ya no digamos disminuir los graves índices de inseguridad existentes; sino al menos mantenerlos; el problema es que no cuenta ni con recursos humanos ni económicos suficientes; no hay ni el equipo ni el armamento necesarios para combatir a los delincuentes; las policías municipales van de mal en peor, y mientras tanto los delitos siguen creciendo a pasos agigantados.

La inseguridad que hoy se vive en Tlaxcala y su aumento gradual seguramente será un factor determinante contra la estabilidad del gobierno de Marco Mena de no conseguir en el corto plazo ir disminuyendo los índices delictivos; pero lo cual resulta algo sumamente difícil por no contar con los recursos mínimos para hacerlo.

Sólo por socializar algunos indicadores (todos adversos lamentablemente), podemos observar que la incidencia de varios delitos se disparó durante el primer mes de este nuevo gobierno.

A saber: en el caso de la incidencia de homicidios tenemos que en enero de 2017 Tlaxcala registró 7; mientras que en enero de 2016 que registraron sólo 6 homicidios, dando esto un aumento del 17 por ciento; y en comparación con la media nacional el aumento fue del 40 por ciento.

En Robo a vehículo; en enero de 2017 se registraron 135 robos; mientras que en enero de 2016 se registraron 96 que representa un aumento del 41 por ciento;  y un aumento de 42 por ciento de acuerdo a la media nacional.

En robo a negocio; en enero de 2017 se registraron 50 robos; mientras que en enero de 2016 se registraron 56, lo cual representa una disminución del 11 por ciento; pero contra la media nacional representa un aumento del 22 por ciento.

En violación en 2017 se registraron cuatro violaciones lo mismo que en enero de 2016; sin embargo en comparación con la media nacional se dio un aumento del 33 por ciento.

Los anteriores indicadores son del “Semáforo Delictivo”, cuyos tipos de delito están en semáforo rojo.

En otros indicadores se muestra que en cuanto al delito de secuestro, en enero de 2017 se dio uno; mientras que en enero de 2016 no se registró ninguno; es decir el aumento con relación al año pasado fue del 100 por ciento y se mantiene la constante de este delito de acuerdo a la media nacional.

La extorsión se mantuvo con las mismas cifras; y el robo a casa disminuyó en enero de 2017 en comparación con enero de 2016 apenas de 76 a 63 robos.

Cabe destacar que no se observó ningún indicador delictivo con semáforo amarillo que representa disminución en la cantidad de determinado delito no sólo a nivel estatal; sino con referencia a la media nacional.

Las cifras se pueden escribir, y leer fácil; pero en la realidad los cientos de víctimas de estos delitos han tenido que pasar por un enorme sufrimiento como en los casos de las víctimas de secuestro, o desaparición y sus familias.

Pero también hay un ambiente de impotencia de las víctimas de cualquier tipo de robo, y un temor cada vez mayor por parte de la ciudadanía.

Pero cómo está el estado en cuanto a seguridad, y sólo por conocer algunos datos, por ejemplo tenemos los que dio hace unos días la Segob en el sentido de que de los sesenta municipios de la entidad cuarenta no cuentan con acreditación de sus policías.

Muchos de estos policías que no están acreditados ni siquiera cuentan con capacitación para portar adecuadamente un arma; de ahí que muchos policías en los municipios ni siquiera cuentan con un arma para enfrentar a los delincuentes.

Y mientras tanto evidentemente los secuestros, extorsiones, robos de todo tipo, asaltos, y demás delitos siguen siendo el pan de cada día en la entidad, y no se ve por ningún lado una estrategia al tamaño del problema que se vaya a implementar.

Este ambiente de inseguridad es sólo algo de lo mucho que heredó al gobierno de Mena el marianismo. Ojalá el gobernador y su administración hagan conciencia de la magnitud del problema y realmente, más allá del discurso, hagan algo para enfrentar a los delincuentes, si en algo quieren esta tierra que les está dando un empleo bien remunerado y el privilegio de gobernar en un entorno de desempleo, bajos salarios, inseguridad y pobreza que padecen miles de tlaxcaltecas.