La UAT, una fortaleza pese a embates

Por Enrique Gasga

El diario: “El Economista”, publicó a finales del año pasado el ranking 2016 de “Las Mejores Universidades de México”, donde la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), tuvo un avance importante de cinco lugares con referencia al 2015 ubicándose por encima de universidades como: La Popular Autónoma de Puebla, la Autónoma de Guadalajara y la de Aguascalientes, entre otras universidades públicas importantes; pero también sobre universidades privadas como la Del Valle de México, o la Panamericana, entre muchas otras; esto pese a los embates políticos y mediáticos durante el pasado sexenio, y el bloqueo de sus recursos aspectos que como se ve, en lugar de doblegarla la fortalecieron más.

Es importante destacar que la creación de la Autónoma de Tlaxcala no fue fácil, entre otras cosas, debido al clima de inestabilidad que todavía en 1976 año en que se colocó la primera piedra para su construcción, y luego de la matanza de estudiantiles en 1968 por parte del propio gobierno se podía sentir; por lo que incorporar una nueva universidad no era algo sencillo, e incluso podía ser políticamente adverso al aparato gubernamental, quizá esto frenó el apoyo total del entonces gobernador Emilio Sánchez Piedras a este proyecto; de cualquier manera la labor de sus fundadores fue muy importante para su creación.

Por su parte, el expresidente Luis Echeverría seguramente pensó que la creación de otra universidad ayudaría a ir limando asperezas con la comunidad estudiantil mexicana, y más apoyado de un estado entonces tranquilo como Tlaxcala.

Así tras ver su nacimiento la UAT era necesario poner bases firmes política y académicamente, pero esto tardó un poco debido a que al inicio la universidad sufrió la presencia de grupos políticos juveniles, o porros que amenazaban la seguridad y autonomía universitaria.

Entonces fue elegido como tercer rector de la máxima casa de estudios del estado en sustitución de Moisés Barceinas Paredes quien apenas estuvo en el cargo poco más de un año, Héctor Ortiz Ortiz quien a pesar de su juventud logró no sólo sacar a los grupos externos a la comunidad universitaria de la UAT; sino empezar a construir una base sólida académica y política logrando conformarse un consejo universitario unido que a la fecha ha caminado así, y lo que ha permitido que la universidad no deje de avanzar.

Una de las etapas de mayor crecimiento para la universidad indudablemente se dio cuando su ex rector Héctor Ortiz llegó a la gubernatura del estado, entonces la UAT y la educación superior en general en el estado vieron un importante crecimiento.

Pero la UAT aún no mostraba toda su capacidad de crecimiento y modernización; y fue prácticamente con Serafín Ortiz Ortiz como rector -hermano del ex gobernador-, cuando se dio un segundo jalón por así decirlo a la modernización de la máxima casa de estudios de Tlaxcala.

Sin embargo, tras la salida de Héctor Ortiz como gobernador, en el nuevo gobierno de Mariano González se empezaron a enviar mensajes políticos mediáticamente que buscaban desestabilizar a la UAT, e incluso se pretendió a través del Congreso del Estado pasar una iniciativa para pasar sobre el consejo universitario y violentar la autonomía universitaria. Cosa que finalmente no se pudo dar.

La UAT Inició con sólo cinco Programas Educativos (Derecho, Enfermería, Ciencias de la Educación, Contaduría y Odontología).  Pero actualmente ofrece aproximadamente cuarenta licenciaturas, más de veinte Programas a nivel Maestría, y aproximadamente diez doctorados. Se ha logrado establecer en 12 municipios: Apizaco, El Carmen Tequexquitla, Calpulalpan, Contla de Juan Cuamatzi, Huamantla, Ixtacuixtla, Panotla, Santa Apolonia Teacalco, San Pablo del Monte, Tlaxcala, Tlaxco y Zacatelco, logrando beneficiar a una gran parte de la población Tlaxcalteca.

Hoy la universidad se ha convertido en un actor muy importante en el estado, como impulsor de la economía y el desarrollo. El reconocimiento de la Calidad de sus programas, la Certificación de sus Servicios, sus cada vez más licenciaturas, y los miles de estudiantes y catedráticos, pueden ser muestra palpable del crecimiento constante que ha tenido.

Hace unos días en entrevista, la dirigente del Sindicato de Trabajadores y Empleados de Instituciones de Educación Superior del Estado de Tlaxcala (STEIESET), Cristina Ortega Mier, tras firmar con las autoridades de la UAT el acuerdo para la obtención de incremento salarial, y con lo cual se desechó la posibilidad de una huelga; ratificó que una de las características principales de la UAT es que la comunidad universitaria se mantiene unida, lo mismo que días después hizo el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la UAT Luis José.

Dicho de esta manera se escucha fácil, pero mantener la estabilidad en la Máxima Casa de Estudios del estado  seguramente no ha sido nada sencillo; ya que por ejemplo, el gobierno de Mariano González Zarur como se ha dado a conocer en varias ocasiones por las autoridades universitarias, no cumplió con el convenio de asignación presupuestal a la máxima casa de estudios de la entidad, el cual establece que la administración estatal debe otorgar el 20 por ciento de presupuesto con relación al que le es autorizado anualmente por los integrantes de la Cámara Baja del Congreso de la Unión.

Así con una cantidad de más de 170 millones de pesos de recursos que el anterior gobierno del estado no entregó a la UAT; así como los ataques mediáticos que se dieron desde el inicio del gobierno de Zarur contra ésta, evidentemente buscaron en todo momento desestabilizarla y desprestigiarla; pero no fue suficiente la presión del aparato del gobierno estatal ni las pretensiones políticas para doblegarla.

Y es que ni Mariano González se atrevió a violentar la autonomía de la UAT, ya que sólo hay que revisar la historia de hasta donde se ha llegado cuando algún gobierno ha tratado de entrometerse por la fuerza en la vida interna de alguna universidad; ya que sería más fácil que lo que se desestabilizara fuera el propio aparato gubernamental.

Y hoy más que nunca no conviene a ningún gobierno y menos emanado del PRI crear algún conflicto de esa magnitud; ya que con los gasolinazos, la cada vez más difícil situación económica en el país y por si fuera poco los arrebatos de Donald Trump que dañan a México; así como la enorme crisis por la que pasa el país en materia de seguridad, es más que suficiente para el gobierno de Enrique Peña Nieto como para todavía generarle un conflicto con los universitarios, y digo con los universitarios porque tratar de violentar la autonomía de cualquier universidad es como pegarle a toda la comunidad estudiantil del país.

Tal vez eso pensó Mariano González como gobernador y prefirió mantenerse al margen, y sólo presionar por el lado de no entregar ese 20 por ciento de presupuesto a la UAT con relación al total avalado por el Congreso de la Unión.

Sin embargo, el actual gobernador Marco Antonio Mena por lo pronto ha mostrado cierta voluntad al diálogo para llegar a acuerdos con la Universidad Autónoma de Tlaxcala lo cual de inicio habla bien del Ejecutivo estatal; aunque por otra parte dice desconocer el adeudo generado por el ex gobernador Mariano González con la universidad.

Es así que a menos de dos meses de que inició la administración a cargo de Marco Mena se ha empezado a ver en forma general apertura del Ejecutivo con los diferentes sectores –enojados la gran mayoría por el mal trato de su antecesor en el gobierno-; por lo que dicha apertura está permitiendo que se vaya construyendo una base política encaminada a generar gobernabilidad necesaria para que pueda empezar a trabajar el gobierno.

 Ojalá por el bien de Tlaxcala, de la UAT, de los demás sectores y del propio gobierno, está apertura siga durante los cuatro años ocho meses de este gobierno, y se empiece a recuperar al menos algo de lo perdido durante el anterior gobierno.