Riesgo de ingobernabilidad en el gobierno de Marco Mena

Por Enrique Gasga

Si algo ha caracterizado al gobierno de Marco Mena en el corto tiempo que lleva al frente de la administración estatal, sin duda ha sido la falta de un proyecto claro para revertir el retroceso generado para el estado durante el sexenio de su ex jefe el ex gobernador Mariano González; y de un gabinete con experiencia en administración pública y política; así como la falta de experiencia y sensibilidad; y donde el gobierno de Marco Mena parece estar muy lejos de solventar tales faltas; esto aunado a la pasividad mostrada hasta el momento por su gobierno podría empezar a derivar en movilizaciones graduales por parte de varios sectores.

Con un estado de Tlaxcala si no en quiebra, sí con  serios problemas en los sectores más importantes encargados de generar desarrollo problemas heredados por el anterior gobierno también priista; en el que por ejemplo durante 2016 la Inversión Extranjera Directa osciló en aproximadamente el 0.5 por ciento empujando a Tlaxcala a los últimos lugares en este importantísimo rubro comparado con las demás entidades del país.

En inversión turística Tlaxcala también se ha ubicado en los últimos lugares, en ambos tipos de inversión extranjera directa y turística la caída se produjo por la falta de desarrollo, es decir a por la falta de desarrollo, por la falta de grandes obras e infraestructura en los últimos seis años en la entidad.

La inseguridad fue otro factor que alejó las inversiones y metió a la entidad en un ambiente delincuencial como antes no se había registrado, disparándose los casos de secuestro, extorsiones, asaltos, robo de varios tipos, asesinatos y feminicidios, entre otros.

El sector salud del gobierno del estado prácticamente se vino abajo, donde el sexenio pasado se caracterizó por el desmantelamiento de hospitales; por la elevada falta de medicamentos; la mala calidad en los servicios de salud y por la falta de médicos y de médicos especialistas.

El educativo es otro de los sectores golpeados entre otras cosas por la falta de calidad en la educación e infraestructura; aunado a las deficiencias en otros sectores como el del campo, la falta de apoyo al deporte, a los artistas y a la cultura.

El casi nulo apoyo a los programas sociales también es herencia del gobierno pasado que marcó el alejamiento de los sectores vulnerables del gobierno que se caracterizó por un gobierno de puertas cerradas.

Marco Mena necesita un proyecto urgente para revertir todo esto; pero hasta el momento la constante ha sido la ausencia de un proyecto claro y objetivo tendiente a revertir el retroceso existente en varios rubros.

La falta de certidumbre en los sectores que pueden generar desarrollo; pero que no lo generaron en el sexenio pasado debido principalmente a que el gobierno de Mariano González mantuvo lejanía y falta de apoyo, prevalece y lo cual puede ser una bomba de tiempo.

Dichos sectores como el campesino ya se han empezado a manifestar; y no tardan en hacerlo las cámaras de comercio, las Ong’s, los sindicatos y partidos políticos, más por la mala situación provocada por el anterior gobierno que por ponerse en contra con el actual gobierno.

Pero que indudablemente se manifestarán como medida de presión para que no les suceda lo mismo con el presente gobierno.

Lo malo es que el gobierno de Marco Mena parece no contar con un proyecto viable para detener la caída en dichos sectores, y de no presentar alternativas seguramente cargará no sólo con esto; sino con los excesos del gobierno de Zarur.

Hasta el momento hay una pasividad que empieza a desesperar y a generar cada vez más incertidumbre sobre el rumbo que habrá de tomar Tlaxcala y que de seguir así podría derivar en serios conflictos e ingobernabilidad en los meses siguientes, ojalá y yo no tenga razón por el bien de los tlaxcaltecas.